sábado, 13 de junio de 2009

TURISMO,

HABLEMOS DE TURISMO Negocio

ARTÍCULO DE: Lorenzo Soriano

Las casas no se construyen por los tejados sino por los cimientos. Hemos olvidado los orígenes del Turismo en general y de nuestro Turismo en particular. Negocio. El turismo es un negocio, entre particulares, aprovechando unas peculiaridades, climas, paisajes y características especiales de un destino, que hacen que unos viajeros, lo prefieran, elijan o escojan de entre muchos otros sitios, porque les proporciona, con respecto a lo que paga , una mayor satisfacción. Crea riqueza y empleo además de ayudar a salir del subdesarrollo. Está en el libro de Samuelson desde hace tiempo refiriéndose a todo lo que es economía y libre mercado.

Estamos empeñados, o nos han hecho en creer, lo que es peor, que La Consejería de Turismo o el Cabildo, sus cabildeos y anexos, son los que muñen el Turismo. Pero no. El Turismo es un Negocio. A grandes rasgos y en números gruesos, Transporte, establecimientos de alojamiento, de restauración y ocio, cultura, paisaje, clima y servicio o atención. Si a esto le añadiéramos algo especial como por ejemplo casinos, “diversiones especializadas” y compras sin impuestos reales, parecería que estaba todo preparado para que los empresarios hicieran negocio y los visitantes nos eligieran como destino.

Hace 30 años, no se podían contabilizar 30 destinos turísticos consolidados. Hoy hay más de 1.500. Cualquier sitio es o puede ser un destino turístico, ya que los gustos y las tendencias han cambiado y que todo tiene su encanto para alguno. Pero lo fundamental, es que el que visita y el que recibe estén satisfechos de su transacción. Si los hoteles no ganan dinero, no estarán interesados en seguir en el destino. Si los bares y restaurantes no ganan dinero cerraran y dejaran áreas desoladas en medio de zonas turísticas principales. Si las tiendas no venden y no hay atractivo para comprar, igualmente irán cerrando hasta asfixiar al destino.

Y hete aquí que donde tiene que intervenir la Administración no interviene y si lo hace es para destruir el destino. Quizás no es lo que pretenda, estoy “casi” seguro. Lo cierto y verdad es que es lo que consigue por su distancia con la vida real desde los despachos, desde su óptica de permanecer en el poder y de su objetivo de colocar a los suyos. “Degli nostri”, decían en otros lares y en otros asuntos, en vez de situar al frente a los que entienden y podrían ayudar a enfocar el asunto.

Si perdemos Millones de turistas, decenas de vuelos, deslocalizamos cadenas en su día fieles, si los empresarios de hostelería no ganan dinero, si no es interesante nada de lo que rodea al turismo, es que no funciona el modelo y por consiguiente hay que cambiarlo. Lo malo de esto es cuando el destino no tiene alternativa de manera de vivir y de que vivir, ni a corto ni a medio plazo, y en economía los medios plazos son de más de 15 años. Y además hay unos factores “nuevos” de intermediación, me refiero a Las Administraciones Locales, Autonómicas, Cabildos , Estatales, y las empresas parapubicas aledañas, que no tiene ninguna intención de moverse y ni adecuarse, sino de inmovilizarse como poco y con intención de seguir creciendo ajenos a la ruina del destino. Entonces la debacle está servida. Morirá la rana y el alacrán. Impiden el negocio entre particulares al no poder soportar la presión fiscal y burocrática que provoca el Factor Nuevo.

Que se rían de que hay que “cerrar” las Autonomías, minimizar los Cabildos, agrupar los Ayuntamientos y sobre todo de que vuelvan los Puertos Francos a Canarias y lo califiquen de “Irreal”, o de tontería, como el “Puente gratis al continente y entre islas”, de pasajeros y mercancías, están condenando a estas Islas a una travesía del desierto comparable a las emigraciones del pasado, y lo que es peor, al final aquí sólo triunfa lo posible, aterrizarán a la fuerza y tardaremos mucho más en volver a poder vivir del Turismo.

A reflexionar

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