jueves, 16 de julio de 2009

ANGELOS,

COMODIDADES PARA ALGUNOS, INFIERNO PARA OTROS

ARTÍCULO DE: Ciudadanos por la Constitución

La única aritmética que domina el inefable presidente del malgobierno es la que le da apoyos parlamentarios (http://www.lanacion.es/espana/2009071315118/zp-cree-probable-que-el-modelo-facilite-mayor-estabilidad-parlamentaria).

Su divisa o consigna, manejada por todos los que le sostienen, es la de llegar a mañana, “como sea”. Al igual que hicieron sus colegas del frente popular durante la guerra civil, intentando alargar y enlazar el conflicto con lo que fue la II guerra mundial; pretenden unir su suerte a una eventual (y milagrosa) recuperación económica a partir de 2010.

Sin embargo, no todas las crisis que angustian a nuestra Patria tienen rúbrica económica. Hasta en este enfoque se les ve el plumero marxista. La escasez de liquidez puede agravarlas, más que nada porque con dinero por delante se pueden “enterrar” (incluso literalmente) muchas bocas, pero los problemas seguirán obcecados en evidenciarse lacerantemente, dando una vuelta de tuerca más cada vez que se les antoje, en permanente chantaje a los españoles, que deberían plantearse la continuidad de la ruina autonómica, lo mismo que las otras “ruinas”. He leído por ahí que ya hay quien reclama la independencia de España frente a este continuo expolio. Los felones no quieren la independencia, sólo la traición de vivir a nuestra costa usando ese pretexto mientras escupen a la rojigualda. Están cómodos.

Resulta que al nefasto presidente del malgobierno, cuyo abordaje del Poder (llegó en “tren”, de cercanías, para ser más precisos) ya fue funesto y presagio de pesares, le preocupa la “comodidad” de sus viveros de votos

Las dádivas van a cargo del erario, es decir, nuestro bolsillo y el de nuestros hijos. Los siniestros gustan de tirar con pólvora ajena porque la pagan otros, mientras ellos la disfrutan. A lo grande porque se trata de estar cómodos, y a la igualdad entre los españoles que la zurzan. ¿Por qué tratar a los españoles equitativamente en los presupuestos y en la financiación autonómica, cuando el propio sistema electoral los valora en función de “otros” criterios? Están por “otra” igualdad, en la que unos sean más iguales que otros.

No deberían ufanarse los jaujeños de Catalunya ni de Andalucía (no pondré mayúsculas a antiespañoles). No van a ver ni un duro porque ese dinero ya está repartido, como pescado en lonja. Puede que les salpique alguna miguita, pero las barras de pan no estarán en sus mesas. Pueden seguir jaleando a los “suyos”, dar coba es un deporte nacional, pero la cosa anda muy mal y su caridad, escasa, se limita a ellos mismos y a sus largas familias. Por no comenzar, ni comienza. No obstante, los jaujeños, que son muy sufridos para soportar las humillaciones procedentes de los “suyos”, se conformarán con un miserable subsidio cuyo importe ya les habrán sableado con anterioridad por otro concepto.

Comodidad. Decían mis admirados maestros (nótese que antes se les llamaba así, ahora sólo somos “profesores”, y algunos, muy modernos, se contentan con el apócope de “profe”) que “la pereza es la madre de todos los vicios”. Claro que su labor no era sólo la de instruir (hoy ni eso), sino la de guiarnos con Convicciones en el tortuoso camino de la vida. Por eso eran maestros. Hogaño prima la “comodidad” y se rehúye el compromiso, por eso no se defiende a la Nación, menos a los españoles, que no cuentan nada. De sus símbolos, ni hablar.

(http://www.minutodigital.com/actualidad2/2009/06/26/enfado-entre-los-separatistas-vascos-por-la%20colocacion-de-la-bandera-de-espana-en-el-monte-gorbea/), porque es más cómodo no molestar a los felones. Pereza institucional o cómo no hacer lo que se tiene encomendado. La ley se cumple si conviene.

El español, (ciudadano y lengua común), está proscrito en algunas regiones de su propio país. Pero todo es por “comodidad”, porque defender nuestro país es muy cansado y los jaujeños reniegan de ello, para algo son siniestros. Si tiran de las orejas a mis antiguos compañeros de armas por poner su (nuestra) bandera en una torre, se encogen de hombros, piensan que les está bien empleado por “fascistas” y siguen cómodamente instalados en el limbo del fútbol y las gambas. Lo bueno del veranito es que uno busca la comodidad sin complicarse la vida. De eso ya se encarga intensivamente el malgobierno, como se está viendo además, y el sopor embarga a casi todo el mundo… ¿por ser verano?

Están muy cómodos, y se les nota. El infierno no es tal para el demonio, sino su hogar, y si los demás languidecemos, la culpa es nuestra por habernos condenado. Se puede acabar en el infierno por muchas razones, pero la peor, sin duda, es la “comodidad”. Algunos por “comodidad” preferirán no redimirse. Otros por fidelidad mal entendida y peor practicada al engaño de unas siglas. Los menos, los que mandan, porque estarán en su casa. Y unos pocos, muy pocos, porque todo se oscurece, porque Jauja es tan insostenible como la pesadilla más disparatada en la que todo se deteriora enormemente; tanto nos buscan que al final tendremos que batirnos. No quedará otra. Otra vez.

Nos veremos en el infierno.

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