viernes, 11 de septiembre de 2009

ANGELOS,

ES MEJOR RAZONAR QUE DAR LA RAZÓN

ARTÍCULO DE: Ciudadanos por la Constitución

Fue Robert L. B. Stevenson (1850-1894) el que dijo que “la política es la única profesión para la que no es necesaria ninguna preparación”. Lo afirmó, certeramente, y eso que aún no habían nacido, ni de lejos, los representantes más destacados de la casta política jaujeña (me provoca dolor llamarla “española”). Ignoro lo que pensaría ahora aunque lo puedo imaginar. El entrañable “Tusitala”, autor de joyas literarias como “La Flecha Negra”, “La isla del tesoro” y “El extraño caso del Doctor Jekyll y Mister Hyde”, entre otras, comprobaría como su aserto es reiteradamente cumplido entre la clase dirigente de jauja (ya saben, antaño España) y algunos otros países de Occidente. Sería una extraña epidemia, acaso más letal que otras porque mientras las enfermedades matan personas y ello es trágico, los políticos incapaces y/o felones acaban con naciones enteras.

No veo sólidos conceptos ideológicos que sustenten los discursos de los que mandan o aspiran a mandar, sino una definida conciencia de “gremio” (http://www.libertaddigital.com/economia/la-mayor-subida-fiscal-de-la-historia-no-afectara-a-los-politicos-espanoles-1276370050/), por no hablar del espíritu mercenario (http://www.lanacion.es/espana/2009091018371/el-pp-de-benidorm-lamenta-el-dano-irreparable-la-ciudad). Los primeros no tienen referentes intelectuales nacionales de su cuerda, y se basan en gestos amenazantes con el puño en alto, importadas consignas leninistas, tópicas, mutiladas y anacrónicas para formar un refrito con el que contentar a sus seguidores: no hay profundidad de planteamientos porque no los tienen, lo suyo es el totalitarismo, despectivo (o algo peor) hacia España y hacia el Catolicismo, inspirado por la masonería y difundido con un aparato de agitación y propaganda envidiable, fundamentado en descaradas mentiras. No tienen nada más y vean lo que han conseguido porque son sencillitos, monolíticos y gregarios a la par de agresivos.

De los segundos lo más reseñable es el cúmulo de complejos que tienen (y/o problemas de identidad, http://www.libertaddigital.com/nacional/bermejo-confia-en-que-se-desestime-la-querella-contra-el-juez-garzon-1276370054/, que rozan lo surrealista). Se denominan de “centro” para no enfadar a la siniestra, que se burla de ellos; nos invitan a liberales y conservadores (y a los que tenemos algo de los dos) a marcharnos a “nuestro” partido, haciendo un guiño a la siniestra, que se burla de ellos; no apoyan como debieran (con contundencia) la defensa de la Vida para que la siniestra, que se burla de ellos, les etiquete como “moderados”; tampoco vencen su timidez para batirse claramente por la unidad de la Nación ni su cohesión a través de nuestra lengua e historia común, mientras la siniestra se burla de ellos. Ni siquiera tienen la valentía de exigir la verdad sobre los sangrientos atentados que les echaron del Poder, cuyas consecuencias han sido una pavorosa y salvaje burla a toda la Nación. Como aquella se sospecha terrible, prefieren mirar para otro lado y no hacer incierta su posible herencia. Porque realmente creen que van a heredar, lo peor no es lo que ya he referido o lo mucho que se podría relacionar aún, no: lo peor es que no se quieren enterar de que la siniestra jaujeña no “hace” elecciones para perderlas…

Algo de razón lleva (http://www.minutodigital.com/actualidad2/2009/09/08/espana-es-un-cubo-de-basura-donde-se-aboca-toda-la-porqueria/). Eso haría comprensible que en nuestro país haya individuos que se permitan decir esto sin que terminen sancionados o ante un Tribunal. Esto es la libertad de expresión siniestra: ellos pueden decir las mayores barbaridades contra la Patria, contra la Fé o contra la inteligencia más básica, pero los demás no podemos abrir la boca. Ni para hablar en nuestro idioma, que, por cierto, es el que comparten todos los españoles.

Nunca he entendido a los “pacifistas”, menos cuando los he visto agrediendo a centinelas y vociferando contra soldados de su país en manifestaciones "anti-Otan". Considero que es mejor ser “pacífico” que “pacifista”, más que nada porque ya he comprobado de lo que son capaces estos. Y de su incongruencia. Hostigan a la sana Honduras, que ha puesto a un corrupto en la calle, pero ríen las malditas gracias del dictador filoterrorista (es eso) venezolano (por cierto, http://www.libertaddigital.com/mundo/los-venezolanos-en-el-exilio-se-manifestaran-contra-la-visita-de-chavez-a-madrid-1276370098/). Arremeten contra Pinochet, pero que no toquen a castro. Pueden pavonearse con el puño en alto, pero no se te ocurra saludar a alguien con el brazo en alto (la antigua “Salutatio Ibérica” copiada por los romanos). Vilipendian a hitler, pero stalin “no ha sido comprendido”. Insultarían sin dudarlo a alguien que lleve una camiseta con el rostro de José Antonio (que no mató a nadie), pero que nadie les mire mal si ellos lucen la del ché guevara (que sí asesinó). Del mismo modo se rasgaron las vestiduras contra la chapuza (por lo mal que se concibió) de Iraq, pero ahora callan culpablemente (http://www.lanacion.es/espana/2009090918264/cobardes-con-afganistan) con lo que sucede en Afganistán, un episodio de la guerra mundial que sufrimos. Y que sufriremos…
Hay un refrán que reza así: “no la hagas y no la temerás”. La mejor manera de evitar problemas es no creárselos. Según me cuentan, está sumamente irritado por lo que considera una “humillación” y un revés a su carrera, de ahí la soberbia (http://www.lanacion.es/espana/2009090918298/se-niega-contestar-las-125-preguntas-de-la-acusacion-popular), mayor de lo habitual. Es lo que pasa cuando uno exige certificados de defunción de personajes históricos que llevan muertos casi 34 años, que puede haber personas que se sientan zaheridas, aparte de la rechifla en un país donde el humor negro puede alcanzar la categoría de “arte”. Ahora bien, no se puede pasar por alto que, ¿por qué no van a atreverse a derrotar al general Franco, un tercio de siglo después de su muerte, cuando saben que todo el país ya es suyo?

Es notorio que es suyo porque se descose, como invariablemente sucede cuando ellos malgobiernan (http://www.lanacion.es/espana/2009091018336/montilla-la-consulta-de-arenys-de-munt-da-argumentos-la-caverna-de-la-derecha); pero somos nosotros los que molestamos, los de la “caverna”, cuando todos ellos andarían en chilaba si no fuera porque unos cuantos españoles, de los nuestros, han vertido su sangre para que estos sujetos puedan decir las majaderías que dicen sin que les lapiden. Qué mala es la ingratitud unida a la maldad. La del estatuto que certifica la defunción de una Constitución que nunca llegó a estar enteramente vigente, por ejemplo.

Pero los jaujeños son solidarios con el malgobierno (http://www.lanacion.es/deportes/2009091018366/zapatero-estudia-subir-el-iva-y-los-impuestos-sobre-alcohol-y-tabaco), que es quién recaudará los bestiales incrementos fiscales para manejarlos a su antojo, que hay que pagar tanta dadivosidad y el dinero del erario tiene la mala costumbre de agotarse. Lo que no se colma es la ingenuidad jaujeña: ¿verdaderamente creen que sus impuestos van a llegar a los más desfavorecidos? Así todos estaremos en la indigencia. Eso es socialismo. Y abandonen toda esperanza porque se pueden imaginar quienes cobrarán… Dos pistas: unos están dejando en la calle a multitud de españoles que han tenido la desgracia de ver mermados o desaparecidos sus ingresos y los otros viven a todo trapo con el puño en alto como trabajo más significativo.

Mientras sea cierto lo que opinó Adenauer (1876-1967) acerca de que “en política lo importante no es tener razón sino que se la den a uno”, no cabe más posibilidad que seguir mostrando evidencias como puños para contrarrestar tanto veneno, porque "razonar" es mejor que "dar la razón" como "pensar" es mejor que "piensen por usted" otros. Y confiar en que el antídoto sea admitido por el enfermo. ¿O difunto?

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