viernes, 30 de octubre de 2009

ANGELOS,

LA MÁS LARGA CAMINATA COMIENZA CON UN PEQUEÑO PASO

ARTÍCULO DE: Ciudadanos por la Constitución

Es trágico acostumbrarse a la desgracia. Vivir el infortunio como algo natural degrada a los Hombres y les arrebata lo que debe ser connatural a su esencia: el deseo de mejorar, el anhelo de que sus hijos vivan mejor que ellos mismos.
El ciudadano que sufre jauja (es difícil llamar “España” a esto) está resignado a su suerte ante la corrupción que chapotea por doquier. La percibe como algo inevitable. Y eso, en sí mismo, ya es una derrota. Como es vergonzosa la generalizada conciencia de que las personas honestas somos estúpidas por tener Principios, que son vistos como “limitaciones” por parte de aquellos que son más permeables a las nuevas “definiciones”, relativistas, de los bienes públicos. Cierto es que la podredumbre forma parte de la condición humana, por ello mismo no se puede “dimitir” de combatirla. Allá donde esté. Afecte a quien afecte.

Dijo Nicolae Iorga (1871-1940) que “abandonar la lucha por culpa de la corrupción que nos rodea, es como degollarse porque en la calle hay barro”. Es verdad que la ciudadanía (ojo, los ciudadanos, no los “súbditos”) española es mejor que su clase política, pero parece que aún no se ha enterado porque declina exigir responsabilidades en una suerte (mala) de fatalismo social. Y si no lo hace esa ciudadanía, la casta política no va a acometerlo motu proprio. Esa es una constante de nuestra historia, que los movimientos de cambio están dirigidos “desde arriba”, y no en sentido contrario. Ya me dirán que ansias de cambio puede tener el que manda. O malgobierna.

Igual que la ley de suelo es perniciosa cuando la financiación de los partidos políticos se halla en tierra de nadie legal, el maridaje entre políticos y financieros es harto sospechoso. Como mínimo. Si tenían alguna duda de esas componendas, ya les debe quedar poco margen para ella (http://www.minutodigital.com/actualidad2/2009/10/28/zapatero-apuesta-por-rodrigo-rato-para-presidir-caja-madrid/). Olvídense de que las entidades financieras, particularmente las “cajas”, son gestionadas con criterios de gestión. No interesa a los políticos porque se sirven de ellas para sus “asuntos”. Tampoco piensen que están para ayudar a las familias, lo suyo es ganar dinero a costa de lo que sea. Me gustaría creer que es por el bien de sus accionistas, pero con mi edad, pues que cuentos, los justos (http://www.minutodigital.com/actualidad2/2009/10/28/los-grandes-bancos-ganan-mas-de-13000-millones-de-euros/). Ya saben, la banca siempre gana.

El desencanto, la falta de ilusión es otra de las facetas que ofrece ese hábito de la desgracia. Desistir, arrojar la toalla “porque esto no tiene arreglo” es lo que persiguen aquellos que quieren enviar España al vertedero de la historia. Hasta el peor ejército alardea de su poder cuando no encuentra oponente en el campo. Miren ustedes, yo no me resigno a que el partido que debería ser “oposición”, que con lo que está pasando debería de sacar una diferencia tan abrumadora en los sondeos como para legitimar una propuesta de adelanto electoral, presente una lastimosa falta de determinación (http://www.libertaddigital.com/nacional/rajoy-yo-no-estoy-negociando-nada-con-esperanza-aguirre-1276374577/).
Para dirigir una Nación es preciso ser prudente, no un indolente o un cobardica. Es raro que las cosas se solucionen por sí solas, porque su tendencia es entrópica, en ese camino hacia al caos que preside todos los asuntos de este Universo. Igual que la peor gestión es la que no se hace, no hay peor decisión que la que no se toma. Y seguro que los arriolas de turno que rodean pretorianamente al “pretendiente” (llamarle “candidato” me parece excesivo), cobran un espléndido sueldo por sus consejos de “no hacer nada”. Sé de consultores empresariales que se llevan una pasta por decirle a los gestores lo buenos y lo guapos que son, antes de que sus sociedades den en quiebra.

Pues lo mismo sucede cuando es la sociedad entera la que está quebrantada. Hubo un anuncio de un detergente, hace bastantes años, que finalizaba con el eslogan de “busque, compare, y si encuentra algo mejor, cómprelo”. No veo mejor detergente para este desmoralizado, resignado, fragmentado, cizañado, corrompido y quebrantado país que ese: si no le gusta lo que ve, no se queje, actúe y luche por cambiarlo. Somos muchos los que estamos en esta trinchera cívica, pero tenemos que ser más si queremos que nuestra voz se escuche. Para que la situación mejore.
La más larga caminata comienza con un pequeño paso.Honor y Patria, por la Refundación de España.

No hay comentarios: