sábado, 31 de octubre de 2009

EL PTO. SIEMPRE EL PTO.,

¡MICHEL, MICHEL, MICHEL…!

ARTÍCULO DE: Salvador García Llanos

El próximo 14 de enero se cumplirá un año del fallecimiento de Miguel Samper Peiró, de nombre artístico Michel, muy conocido en España en la década de los sesenta del pasado siglo, y particularmente en Tenerife, donde protagonizó algunas actuaciones y defendió canciones en dos ediciones del siempre recordado Festival Internacional de la Canción del Atlántico.

Bruno Juan Álvarez nos da noticia de la desaparición de Michel en su blog, “Tertulia villera”, tan visitado y tan lleno de textos y fotografías que cabalgan entre el pasado y la actualidad.

A Michel le conocimos cuando, aún cursando bachiller, le entrevistamos en un descanso de los ensayos de una interpretación que defendió en una edición del citado Festival, “Lala”, nombre de mujer tan canario. Estaba dedicado, aunque no de forma explícita, a la esposa de José Antonio Lubary Curbelo, “el Camarada”, que en aquellos años ejercía como concejal del Ayuntamiento y tuvo bajo su responsabilidad -con su peculiar forma de hacer las cosas- buena parte de la gestión del certamen que tuvo como primer escenario las terrazas del antiguo Lido San Telmo y un segundo lugar el parque San Francisco, acondicionado progresivamente, tras el voraz incendio que asoló la ciudadela localizada junto a la iglesia del mismo nombre.

“Lala” fue una melodía fácil de memorizar, se popularizó en seguida. Y otro tanto había ocurrido con “Operación cariño”, también defendida por el intérprete alicantino en la edición de 1967. La canción era favorita pero hubo de conformarse con el segundo lugar. El público no dejó de lanzar su grito de identificación:

“¡Michel, Michel, Michel…!

Michel tenía una voz recia y profunda, muy apta para la melodía romántica o la balada y muy en consonancia con el estilo de los cantantes de la época. Llegó a competir por la representación española en el Festival de Eurovisión. Con el título “De la mano”, parecía ganador indiscutible de un Festival de Benidorm, pero entre el estupor y las protestas, tras una votación sorprendente, hubo de ceder los honores al italiano Tony Dallara. Y un dato que apenas era conocido en su biografía artística es que actuó como telonero de The Beatles en los dos conciertos que ofrecieron en España si no recordamos mal en 1965.

Michel, con sus inconfundibles gafas, durante sus estancias en el Puerto, se hizo muy amigo de Lubary, Pedro Félix de Benito, Pedro Chaves y Pepín Castilla, entre otros. Disfrutó con las excursiones a varias localidades y las tardes de un vasito de vino. La gente le saludaba: “¡Ahí va Michel!”.

Se fue a la desaparecida Unión Soviética donde maduró como artista. Había grabado con Columbia y Belter, dos sellos discográficos de renombre. Maduró y triunfó a raíz de un primer puesto en el Festival de Sopot. “Spasiba” (“Gracias”), iba repitiendo ante el entusiasmo que despertaban sus actuaciones (unas mil cuatrocientas, según informaciones periodísticas), prolongadas luego en Checoslovaquia, Rumania, Bulgaria y Polonia.

En Pego (Alicante), su ciudad natal, le nombraron Hijo Predilecto en el año 2002. En el Puerto se le sigue recordando y en círculos nostálgicos siempre se cantan sus dos temas más populares, “Operación cariño” y “Lala”, mientras a lo lejos, en los imaginarios graderíos del Lido y del parque, o en las calles adyacentes, se sigue escuchando el grito:

“¡Michel, Michel, Michel…!”.

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