domingo, 6 de diciembre de 2009

ART. DE UN PORTUENSE,

TE QUEREMOS MUCHO PIEDAD

ARTÍCULO DE: Celestino González Herreros

He de ir con mucha cautela, no quisiera herir la fresca hierba que está creciendo. Para quererte a ti, mi pequeña “Piedad” ya tengo, con reflexionar y considerarte, en el triste letargo de tus días y el constante acoso del que eres objeto. Yo sería incapaz de herirte tanto, aunque me obliguen hacerlo. Es más, moriría de asco aceptando dicha ejecutoria, truncar una vida que comienza a surgir, a la vez, entendiendo la frustración personal de aquellos que tanto te queremos. ¿Y quiénes somos nosotros? ¿Qué debiéramos hacer para involucrarnos más aún? ¿Cómo ser lo suficientemente aplicables para interceder en favor de tantas criaturas como tú, indefensas, marginales, esos niños y niñas desamparados hasta por la misma justicia del hombre? Esos hombres que dicen administrar las leyes… Destacados estudiosos que solo pensaban en sanear de tanta crueldad a esta humanidad, sacar a nuestro gran país de su letargo cobarde y que juraron seguir estudiando la forma de sanear nuestra conflictiva sociedad.

¿No ha habido oportunidad defendible desde las más importantes Instituciones?, todos, cobardemente, o por simple insensibilidad, han pecado de distraídos ignorantes, de inhumanos y por ende de ineptos ante el caso ya bastante dilatado e inaceptable, sufrido, desde donde vengan. Ilegal… ¡Vaya que sí! ¡Y cuidado, mucho cuidado! Todo no va a acabar aquí, entre líneas y más líneas suplicantes. Los canarios difícilmente soltamos prendas que sabemos nos pertenecen.

Ya próximos a la NAVIDAD, casi sin darnos cuenta, hacemos acopio de todos aquellos elementos que año tras año han contribuido al mejor esplendor en el gran salón, el acostumbrado rincón de nuestro hogar, en el discreto lugar donde menos moleste el tradicional Portal del Belén, la única representación litúrgica que nos obliga a pensar a los católicos y recordar que fueron tres reyes poderosos los que estuvieron presentes con sus ofrendas suntuosas en ese inimitable momento, no es leyenda, es la gran historia de todo nuestro acontecer. ¡Jesús! Qué humilde presentación y sin embargo cómo nos ayuda y consuela.

Es verdad, se acerca la NAVIDAD, se supone que ha de ser para todos, no solamente para nosotros, quienes tenemos de todo esos días, también he pensado en aquellos que por las circunstancias que fueran, hoy se ven privados de su libertad, ya he dicho, por la razón que fuera. Pagando condenas algunas justas, otras, desgraciadamente injustas, donde la inocencia es palpable, aunque en ningún momento se detuvieran en estudiar las causas y los atenuantes de la misma. Y la voz de la niña de ocho años de edad. ¡Qué crueldad! ¡HO Dios! Pero no acabará así todo este atropello, descuido y tolerancia de nuestra justicia constitucional. Somos un pueblo resignado pero sabemos distinguir a las personas de bien y las que solo se alimentan haciendo el mal y sin apenas considerar la edad de sus inocentes reos.

Piedad, todos nos sentimos más optimistas que nunca, tu familia y amigos ya lo presentimos y de hecho lo intuimos, tú estarás en breve entre nosotros, si no es en Navidad será en Reyes, si no en Los Históricos Carnavales de nuestra isla, ya te tienen un par de disfraces en tu casa de La Orotava. Mi niña, esta coraza que llevo en mi viejo corazón, créeme, la mandé hacer a unos expertos profesionales, para que siempre esté conmigo y no pueda desfallecer sin antes te vea feliz entre todos nosotros. Además tengo otros proyectos que te van a ilusionar. Voy acabar con toda la gente mala que existe en nuestra sufrida sociedad. Voy a denunciarlos a todos ante Dios y que nadie me lo impida. Voy a ser un voluntario defensor de los derechos humanos de todos los niños y niñas. Voy a interesarme un poco más por los derechos del niño, mal interpretados, seguramente por nuestros respectivos gobiernos canarios y con ello recordarles los últimos progresos y disposiciones legales de la Presidencia Judicial del Estado Español.

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