domingo, 27 de diciembre de 2009

ART. DE UN PORTUENSE,

FASCINACIÓN PORTUENSE

ARTÍCULO DE: Celestino González Herreros


Estoy feliz, sumamente contento y realmente no se porqué, se que a donde mire todo parece distinto, más claro y más limpio... Viendo la vegetación reverdecida, esplendorosa toda ella, aún presentes las gotas del rocío, siguen proyectadas por la intensa luz solar y pareciera que emularan diamantes dispersos con resplandores naturales. Las hojas de la verde campiña, de toda la abundante vegetación. Sus intermitentes reflejos hoy anuncian la llegada del invierno, generoso por sus lluvias nocturnales y el Sol radiante que les amaina y cual romance lírico las baña de luz y brisas generosas, las anima en sus ornamentales funciones ecológicas.

En verdad, estoy feliz porque veo mis campos reverdecer y la hierba crecer, y en los aleros los pájaros asomarse admirados, viendo que todo revive nuevamente.

Estoy viendo amanecer, desde un rincón privilegiado de mi ciudad; desde cualquier lugar de mi Puerto de la Cruz, y donde debe verse igual el vespertino acontecimiento.
Doy gracias a Dios por habernos dado tanto y habernos permitido que nuestra cívica influencia nos lo permitiera, ser lugar elegido tan generosamente para satisfacer al más exigente visitante que haya cruzado fronteras insospechadas; y nos conozcan ya en el Mundo entero como destino de paz y confort único... Punto de mira universal donde se puede vivir sin temores, si miramos a nuestro alrededor y hacemos comparaciones...

Advirtiendo, con soberbia admiración, qué rápido sale el Sol y cómo su luz se expande a todo lo largo y ancho de nuestro reducido perímetro ciudadano; y cómo se infiltra gozosa por cada entresijo que halle y nos deja la luz y el calor, como a las plantas y a las distintas especies de animales. Cuando nace un nuevo día en Puerto de la Cruz, todo renace con ilusión y alegría. Y los humanos sentimos que también nos corresponde agradecer los efluvios naturales, ese volumen de generosidad y todas sus sanas influencias respecto a nuestro medio ambiente.

Acostumbrados a vivir “despreocupadamente” suena rancio, seguramente, leer lo que escribo, es más fácil no querer oír ni saber, dejar que las corrientes de la ignorancia sigan su curso, da igual donde desemboquen y luego, tardíamente, lamentarse... Obviamente, ¿de qué? De no haber querido escuchar (simplemente por sistema) o al menos reflexionar y buscar en los acontecimientos cotidianos, por simple intuición, que necesitamos estar más unidos, escucharnos mutuamente cuando lleguen los tiempos de los tentadores discursos, los de aquellos que dicen ser los mejores... Entonces habrá “refatiña” como siempre, lamentaciones, desengaños, frustraciones, etc. ¿Porqué será que las gentes es tan exigente y tan poco colaboradoras? Una obra grande, lo más grande que el hombre pueda aspirar, sin defectos, sin arañazo alguno, con transparencia y mil calificativos más, para lograr su realidad hay que poner el hombro todos por igual y quién menos derecho tiene a opinar es el indiferente. No tiene derecho a nada y son los que más ruido hacen. Yo, aunque parezca que no, tengo mis ideales y siempre los he respetado. Que soy un romántico, eso es vocación civilizada, también tengo lo que le falta a otros.

Estamos al comienzo de una nueva legislatura y en los pocos días, desde sus comienzos, no ha dejado de oírse el ruidoso trabajo de nuestros nuevos ediles, lo que nos congratula y hace pensar, que de seguir así, conseguirán impresionarnos de verdad. Yo creo que al nuevo equipo le hace falta más gentes, se van quedando muchas cosa atrás, máxime con el agravante económico de que se dispone. El tiempo es fundamental, pienso que ahora como antes, el tiempo y el dinero no les permitieron realizar todas aquellas promesas que no pudieron cumplir, ahora con un nuevo margen podrán hacerlo. Tienen tiempo suficiente, créditos por doquiera y amigos en el Gobierno, podrán darse ese lujo. Siempre va a ser nuestra ciudad quien se va a veneficiar, que buena falta nos hace. Tampoco tuvo tiempo ni dinero suficiente el Gobierno que salió “de mala manera” y ello merece cierta consideración cívica por parte de todos. Y, ¿quién dice que no, que en las próximas… no cambien los papeles y suceda lo que hoy a los de la actual Oposición? Así es la política, con buenas o malas mañas, se puede llegar… Lo que queremos los portuenses, todo el Norte y la isla entera, es que trabajen con honradez, sin tirarse tantas chinitas y cada cual cumpla con su deber. Y, ante todo, ambas partes si han de enfrentarse lo hagan sólo pensando en la ciudad, de ninguna manera, en ambos niveles faltando al honor y al respeto, que cada grupo se merece.

Gobierno y Oposición deben ejemplarizar sus sanas vocaciones, ser un transparente ejemplo de civismo que llegue también. a sensibilizarnos más como ejemplares ciudadanos. No olviden que el pueblo es soberano y ha madurado mucho con el tiempo que hemos perdido, no en vano, porque también hemos sufrido muchos desengaños.

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