miércoles, 20 de enero de 2010

ARCHIPIÉLAGO GULAG,

VARIAS NOTICIAS, ALEGRO MAN NON TROPPO

ARTÍCULO DE: Lorenzo de Ara Rodríguez

Dos noticias, dos, concentran mi atención. ¿O son tres? Pues todavía no lo sé, de verdad. Digamos que pudieran ser tres. Así está mejor.

La primera de ellas es la victoria de la derecha en Chile. Esa victoria es importante para Sebastián Piñera en primer lugar, pero también lo es para una democracia que definitivamente se consolida.

La alternancia política es consustancial a la buena salud del sistema democrático. Si la alternancia es una quimera, la democracia carece de valor.

Chile, con más de 700 mil kilómetros cuadrados y 17 millones de habitantes, vuelve a convertirse en un magnífico ejemplo para otras naciones de ese continente que tristemente se encuentra secuestrado por el populismo.

Mientras la democracia se apuntala en Colombia, Chile y México, en otros países de la región, como Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua o Argentina, el rancio armatoste ideológico se torna inexpugnable.

Enhorabuena a Chile, y enhorabuena también a Eduardo Frei, perdedor en las urnas, porque su gesto es algo más que una mueca de mera cortesía.

La otra noticia es la salida de la cárcel de Mehmet Ali Agca, el tipo que intentó llevarse por delante a Juan Pablo II en mayo de 1981. Lo intentó matar y nunca le pidió perdón.

Eso sí, el Santo Padre ya fallecido le perdonó, y la iglesia hace lo mismo. Pero yo, hombre imperfecto, no le concedo el perdón. Par mí no es más que un vulgar asesino.

Ya están los medios de comunicación y algunas editoriales frotándose las manos ante la posibilidad de sacar un magnífico provecho de las ganas de hablar que tiene este pistolero endiosado por una sociedad enferma.

Ojalá se vayan al traste esas ambiciones. Ojalá no hable nunca. Ojalá viva atormentado en un rincón oscuro de la vida que todavía le queda por delante. Dios lo quiera.

Pues van a ser tres las noticias que merecen mi humilde interés. Digo que son tres porque ahora se sabe –bendita transparencia democrática- que la píldora del día después puede causar trombos, aunque para el gobierno más progre de la vieja Europa, eso no impide que se pueda adquirir, comprar y engullir sin receta médica.

¿Qué se hará? ¿Todavía se lo preguntan? No se hará nada. Hay barra libre. La demagogia se impone con fuerza, con proverbial elocuencia y con la sapiencia de un gobierno que lo permite todo, o casi todo. ¿Qué no permite? La cordura.

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