domingo, 17 de mayo de 2009

ART. DE UN VILLERO,

DISCURSO DE LA ALCALDESA LOLA PADRÓN. INAUGURACIÓN DEL XIV FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE ECOLÓGICO Y DE LA NATURALEZA DE CANARIAS. 16 de mayo de 2009

Buenas noches, amigas y amigos.

Mi bienvenida a todas y a todos, especialmente a las autoridades que nos honran con su presencia, como el senador por Tenerife Aurelio Abreu, el alcalde de La Orotava, Isaac Valencia, el jefe de Estudios y Proyectos de la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, Víctor Gutiérrez, los miembros de la Corporación Municipal, y el presidente de CajaCanarias, Alvaro Arvelo.

El inolvidable artista lanzaroteño César Manrique, medalla de Oro de Puerto de la Cruz, nos enseñó a todos los portuenses que, según sus propias palabras, “la libertad sólo es posible si el hombre se reconcilia con la naturaleza, donde está el principio y el final de todo”.

César puso en práctica esa máxima con actuaciones como el Complejo Costa de Martiánez o Playa Jardín de Punta Brava, que hoy son un patrimonio cultural de Puerto de la Cruz y de toda Canarias.

Esa misma filosofía de reconciliación con nuestra naturaleza, con nuestro entorno, con nuestro medio ambiente, fue lo que movió al Ayuntamiento de Puerto de la Cruz a poner en marcha en 1982 el Festival Internacional de Cine Ecológico y de la Naturaleza, el primer certamen cinematográfico del mundo especializado en la temática ambiental.

Lamentablemente, aquel proyecto ilusionante de nuestro recordado Paco Afonso se truncó en 1994. Pero no murió del todo porque era una iniciativa muy acertada y muy útil. Sencillamente, quedó en hibernación, como ha dicho David Baute.

Ahora, catorce años después, lo hemos recuperado, y cumplimos así una promesa electoral, porque el desarrollo sostenible y la concienciación medioambiental deben ser una prioridad de todos los gobiernos responsables.

Lo hemos conseguido. No ha sido fácil. Hemos necesitado meses de duro trabajo y multitud de gestiones. Pero el esfuerzo ha valido la pena porque hoy, con modestia, con rigor y con mucha ilusión, Puerto de la Cruz recupera el Festival Internacional de Cine Ecológico y de la Naturaleza, que es un pedazo de nuestra memoria cultural.

Nos espera una semana repleta de alicientes e infinidad de propuestas interesantes: desde el mejor cine medioambiental del momento, hasta cursos, debates y todo tipo de actividades culturales y lúdicas, donde la ecología, las nuevas tecnologías, la creatividad y la participación ciudadana son los principios básicos de la nueva forma con que debemos mirar al futuro.

Desde hoy, nuestro festival es el centro de atención de la isla; todos los caminos conducen al Puerto, y desde el Puerto nos abrimos de nuevo al mundo como una plataforma para el encuentro, el debate y la reflexión. Puerto de la Cruz vuelve a ser un referente nacional.

El Festival de Cine Ecológico y de la Naturaleza es mucho más que un certamen cinematográfico. Es un gran proyecto que combina la concienciación ecológica, la promoción de la cultura y la proyección turística.

En 1982 fuimos pioneros al plantear con este certamen un debate social sobre el deterioro ambiental del planeta Tierra, mucho antes de que se empezaran a popularizar problemas hoy de máxima actualidad e importancia como el cambio climático o el calentamiento del planeta.

Renovamos ahora ese compromiso cívico de protección y divulgación de los valores medioambientales, algo fundamental en los tiempos que vivimos, y recuperamos una gran ventana abierta al mundo.

En este arranque ilusionante del XIV Festival es obligado dar las gracias a las personas, instituciones y entidades que lo han hecho posible, empezando por el magnífico equipo de jóvenes profesionales canarios que con indiscutible valentía aceptaron el reto de participar en tan apasionante y arriesgada aventura.

Empiezo los agradecimientos por el capitán de esta nave imaginaria, David Baute, un joven realizador norteño que ya es uno de los más reputados y brillantes cineastas canarios de la actualidad, con sobrada experiencia en certámenes de este tipo.

Y si David Baute es toda una garantía, no lo es menos el resto de puntales de este equipo de lujo: Mario Vega y Producciones del Mar, el escenógrafo portuense Eduardo Baso, Alejandro Krawietz, Aurelio Carnero, Pedro Felipe Acosta, y Celestino Hernández. El éxito de formar este gran equipo se lo debemos al concejal delegado del Festival, José Serrano, que ha sido otro de los artífices de este sueño hecho realidad.

Además, quiero agradecer la colaboración en esta edición de destacados artistas canarios, como la pintora Amelia Piñas Pisaca, autora del cartel anunciador, y Gonzalo González, diseñador de los premios oficiales del certamen.

No me quiero olvidar tampoco de la labor de coordinación de Carmen León y de todo el grupo de voluntarios que se han implicado en el Festival y que lo enriquecen con su espíritu participativo.

En el capítulo de apoyos institucionales, señalo en primer lugar al Gobierno de la nación y, más concretamente, a la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, a cuyo Jefe del Departamento de Estudios y Proyectos, Víctor Gutiérrez, le agradezco su presencia en este acto.

De igual manera, agradezco la colaboración de la viceconsejería de Cultura del Gobierno de Canarias; del Cabildo de Tenerife, a través de las sociedades Turismo de Tenerife y Tenerife Film Comisión; el CIT local, Televisión Española y Radio Nacional de España; la Filmoteca Canaria, el Grupo Globalia, la Casa de África en Canarias, el Consulado de Finlandia y la Fundación Orotava Historia de la Ciencia.

Permítanme hacer una mención especial a CajaCanarias y a su presidente Álvaro Arvelo, quien fue el primero en apoyar el proyecto de la recuperación de un Festival en el que muy pocos creían entonces.

Hacen falta muchas manos para sostener un proyecto de estas características, pero con la ayuda de todos, y con la siempre fiel y entusiasta acogida del público tinerfeño, esta nueva etapa que ahora emprende el Festival de Cine Ecológico va a ser muy larga y fecunda, que sin lugar a dudas servirá de revulsivo para la cultura y para el sector turístico con un sello de innovación y calidad.

El comienzo esta mañana de la XIV edición, con la proyección del documental sobre la montañera española Chus Lago, no pudo ser más esperanzador, con una nutrida presencia de público en la sala, que esperamos sea la tónica durante toda la semana.

Tenemos todo lo necesario para volver a hacer del Festival de Cine Ecológico uno de los acontecimientos culturales más importantes de Canarias, un lugar ideal para el diálogo y el intercambio, para profundizar en la cultura y en los problemas ambientales de un planeta que tenemos que arreglar entre todos porque está enfermo y no se curará solo.

Luís García Berlanga, el veterano y gran cineasta español, dijo en una ocasión en este mismo festival, que el cine ecológico “es un género más que puede crear obras geniales, mediocres y repulsivas. Sin embargo, es uno de los pocos géneros cinematográficos en que la buena voluntad se pone de antemano”.

Con esa buena voluntad recuperamos hoy la gran idea que en 1982 puso en práctica el inolvidable Paco Afonso, una buena idea que proyectó internacionalmente el nombre de Puerto de la Cruz como pocos acontecimientos lo han hecho hasta ahora.

“Lo que mueve el mundo no son las máquinas, sino las buenas ideas”, como escribió Víctor Hugo. Estamos convencidos de que nuestro festival es una de esas buenas ideas capaces de ayudar para que nuestro mundo sea un poco mejor, para que el hombre se reconcilie con la naturaleza, como nos enseñó uno de los pioneros del ecologismo en Canarias, nuestro recordado César Manrique.

Gracias a todos y a todas por estar aquí. Y que disfruten de esta gran fiesta del cine, la ecología y la cultura que empieza desde hoy en Puerto de la Cruz.
ENVIADO POR: AGAPITO CRUZ FRANCO

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