martes, 26 de mayo de 2009

DESDE CUBA,

FIESTAS DE PALO DE MAYO, UNA TRADICIÓN POPULAR

ARTÍCULO DE: Diana Valer

Santa Cruz del Norte, pueblo de la provincia de La Habana, fue fundada por cuatro familias de pescadores de Santa Cruz de Tenerife, Islas Canarias.

Según cuentan, la primera misa se efectuó en el que actualmente es un municipio habanero, el tres de mayo de 1714, Día de la Fiesta de la Invención de la Santa Cruz, de acuerdo con el calendario católico romano vigente en la época.

La festividad conmemora el hallazgo, en el siglo IV, de la Vera Cruz, o cruz donde fue crucificado Jesús de Nazaret, y de las otras dos donde ejecutaron a los ladrones Dimas y Gestas.

El descubrimiento se atribuyó indistintamente a Santa Elena Emperatriz, quien realmente estuvo por esa fecha en Jerusalén, o al Patriarca San Macario.

Apenas hay referencias de la época colonial sobre la realización de fiestas en la zona, quizás porque el poblado santacruceño era solo un puerto de embarque de los productos del área.

Asimismo, el servicio religioso se concentraba en las vecinas Villa de Jibacoa, cabecera del Condado de Gibacoa, y en la Ermita de San Matías de Río Blanco, donde existían la autoridad y los medios para efectuar las ceremonias básicas del culto: bautismos, comuniones, confirmaciones y entierros.

Santa Cruz carecía de iglesia permanente dedicada al culto católico, pese a haberlo solicitado en diferentes ocasiones, y hasta finales del siglo XIX lo usual era que fuera un sacerdote a la localidad en el mes de abril para ejecutar esas ceremonias (por supuesto que salvo los enterramientos), las cuales concluían a principios de mayo.

Esa situación explica la preponderancia de los cultos sincréticos en la localidad y la presencia en 1862 de tres centros de culto protestante en el asentamiento.

Pero el ser humano, puede decirse que desde los orígenes de su historia conocida, ha necesitado de alternar el trabajo con un tiempo dedicado a la expansión, el recreo o la adoración a las divinidades.

Con el tiempo, en todas las culturas, junto a la manifestación de esas prácticas, se hizo creciente la parte lúdica y comercial, en detrimento de la conmemorativa y religiosa, y Cuba no fue una excepción.

Hacia 1900 un matrimonio de Santa Cruz, integrado por Nicasio Díaz y Clara Hernández, buscó elementos para celebrar más exactamente la fecha en que el sacerdocio concluía la misión en el poblado, y el carpintero del lugar Julio Capdevila confeccionó una cruz tallada de madera de más de un metro de altura.

La adornaban con flores y luces y la colocaban en un lugar alto para conmemorar cada tres de mayo una ceremonia y fiesta conocida como la Cruz de Mayo o Palo de Mayo, que entonces era por suscripción popular o familiar.

Esa costumbre se conserva hasta hoy, ahora con un matiz de rescate de tradiciones, como el paseo por la bahía de los barcos de pescadores engalanados, la pesca de la aguja y también llevar la cruz en andas en una procesión. Tienen lugar asimismo actividades culturales, bailes, carnavales, venta de artesanías, alimentos y bebidas y otras variedades.

Hasta el próximo artículo, que sean inmensamente felices, y que disfruten de todo el tiempo maravilloso y fantástico. No olviden que tienen una nueva cita en este PERIÓDIO DIGITA DEL VALLE "LA VERA PASO A PASO".

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