PERSONAJES ILUSTRES,

HOMENAJE EN LÍNEAS, A ELLOS Y A ELLAS

“MOLINERO CALLE LA HOYA”

ARTÍCULO DE: José R. Peraza

Como siempre, nuestro protagonista de hoy, es conocidos por amigos, vecinos, vecinas, quienes van a conocer con más detalle a nuestro protagonista de hoy, procedemos a entrevistarlo en la tarde de hoy. Don Federico Andrés Trujillo González, nos cuenta en estas líneas, parte de su historia a nuestros amigos, vecinos y lectores de este periódico, en este lunes, donde nos encontramos en este lugar de la Villa Alcampo, La Vera, sitio agradable para charlara, de este municipio antes mencionado, de esta Villa de La Orotava.

Don Federico Andrés Trujillo González, nació en este municipio de la Orotava, el día 2 de diciembre de 1932, quien se casó y tuvo un fruto de 5 hijos. Es hijo de don Domingo Trujillo y de doña Victoria González. Me cuenta que fueron tiempos muy duros y dificil, donde lo podemos comprobar en la fecha de su nacimiento.

Su padre don Domingo, trabajo en la Compañía de Trasporte de Hernández y Hermanos, (guaguas), en esta ciudada marinera del Puerto de La Cruz. Luego paso a la categoría de revisor de pasajeros en las guaguas.

Me comenta nuestro amigo don Federico que, en el año 1945, su padre montó un Molino donde molían Gofio y Trigo. Este se encontraba situado en el mismo centro de la calle La Hoya. Hay que hacer constar que su madre doña Victoria, era la ayudaba a vender el gofio y el mencionado trigo. Don Federico, me dice que, tenía un hermano que se llamaba domingo como su padre, el que también echaba una mano junto con él, para sacar el negocio a delante. Decía que la gente venía al molino con su talega con el millo o el trigo para que se lo molieran y luego se lo llevaban ya hecho en gofio.

La duración de este negocio fue de 8 a 9 años. Luego su padre don Domingo, tuvo que emigrar a Venezuela, como lo hacían otros muchos más de esta época, para ganar un duro más para sacar a la familia adelante.

Preguntamos a don Federico, que hizo Ud. entonces, me comenta que su primer puesto de trabajo fue montar una venta de comestible. Dice que tiene que agradecerle a su madre, quien le echó una mano. La venta estaba situada junto a la Shell y la subida de San Fernando. Hoy día existe la casa. Fue un trabajo muy duro ya que tenía que ir a buscar la mercancía desde el centro del Puerto a su venta, la que traía en un carro de madera, el que era arrastrado por él. El negocio duro poco, debido a los fiados, y que la gente no pagaba, no le quedo otro remedio que cerrar.

La verdad que, en ese tiempo, no había escuelas como hay hoy, por lo que dejo de estudiar, y solo se hablaba de sacar este negocio a delante, para poder comer. Decía que en la tarde noche había una Sra. que daba clase a los jóvenes del barrio. Luego también hubo un Capitán del Ejercito que estaba retirado que también daba clase, y lo que aprendí, se lo agradezco a ellos.

Su segundo puesto de trabajo fue en la construcción, haciendo carretera justa mente la autovía de La Laguna junto al Padre Anchieta.

Allá por el año 1951, trabajando en esta, tuvo un accidente, donde uno de los ejes del camión se partió de la rueda, la que Salió desprendida la que prepuso con nuestro amigo Don Federico. Una vez recibió el alta médica, fue despedido. Pero le ofrecían trabajo en el Sur, en el lugar llamado Adeje de Los Olivos. Pues no quedo otro remedio que trasladarse a los Olivos, donde estaban haciendo otra carretera. Allí permaneció hasta la finalización de la carretera.

Su tercer puesto de trabajo fue en la Hostelería, concretamente al Hotel Taoro, en la platería, de las 6 de la tarde hasta las 8 de la noche. Al poco tiempo fue ascendido a cafetero de primera, quien llevaba el control de la mencionada cafetería.

Cuarto puesto de trabajo, año 1970, fue a trabajar al Hotel Las Águilas, en lo alto del la Montaña de Las Arenas. Quien fue allí con la misma categoría, cafetero de primera. Aquí termina su vida laboral.

Le preguntamos si le queda algo en el tintero, y si tiene algún hobby, nuestro amigo don Federico, dice que estudio Fotografía y fue a examinarse a Las Palmas de Gran canarias, donde obtuvo el título del mismo. Luego monto un estudio de Fotografía en el Puente del Realejo Bajo. Donde le puso el nombre de “Fotos Trujillo”, el que duro varios años. Y debido a problemas de salud, se retiro, con el fin de dejar paso a otros.

Por último, le pregunto, ¿has recibido algún reconocimiento de cualquier Centro Oficial o de alguna Entidad? Me contesta no.

Pues esto, ha sido una pincelada de la historia de nuestro protagonista de hoy, don Federico Andrés Trujillo González. Desde aquí, mil gracias y la mayor suerte del mundo.

Con estas líneas, les deseo mucha el bienestar de toda su familia, y que disfrute de sus quehaceres.

“Arrojamos esta nota bola imaginaria, en forma de homenaje, haber si llega a la mesa de la entidad competente”. ¿Creen Uds.? Estimados lectores que llegarán a reconocer a esta persona, a la espera de verlo realidad.

¿Quién será la próxima persona? Qué dios los bendiga.

Ha sido una pincelada en la historia de nuestra protagonista de hoy, Don Federico Andrés Trujillo González. Desde aquí, mil gracias y la mayor suerte del mundo.

Espero que estas líneas, sea del agrado de todos y todas, a provecho esta ocasión para trasmitirles y agradecerle con mil gracias a todos los que han colaborado para dejar constancia de esta huella e historia para los de hoy, y de igual forma para los que están por venir. Recuerden que están invitados a enviarme su historia o artículo, aquí en este PERIÓDICO DIGITAL DEL VALLE "LA VERA PASO A PASO".