miércoles, 29 de julio de 2009

ANGELOS,

ANÉCDOTAS

ARTÍCULO DE: Ciudadanos por la Constitución

Hay quien considera que el respeto debido a los símbolos nacionales es anecdótico. Es anecdótico si protagoniza un “error” y si ese error es seguido por una versión pitufera de nuestro Himno.
Puestos a cavilar sobre “anécdotas” podríamos llegar a la conclusión de que la Vida es una “anécdota”, un fogonazo en la Eternidad, una desviación que iniciativas disfrazadas de derechos como las aberraciones del aborto y de la eutanasia vendrían a “corregir”.

Me causa hilaridad ver a jaujeños rasgándose las vestiduras porque alguien se “equivocó” de himno cuando el vencedor del Tour subió al podio. Es cómico porque exigen el respeto que ellos no tienen por nuestras señas de identidad a un extranjero, que además de ser francés, no tiene porqué sentirlo. Otra cosa es que ese individuo haya tenido un acto fallido (algo que está descrito psicológicamente) y el desprecio u odio inconsciente (o no tanto) que siente hacia España haya asomado en forma de “anécdota”.

Es característico de la progresía tomar por “anécdota” lo que no le interesa. Si lo agraviado hubiese sido una señera o una icurriña (utilizaré la representación fonética castellana) el mismo que ha soltado la humorada de la “anécdota” lo habría calificado como “intolerable” o “provocación”. Es lo que pasa cuando se es progre: lo español no importa más que para ofenderlo.

Pueden imaginar lo que habría sucedido si la “anécdota” hubiese acontecido con la “marsellesa”. Algún siniestro se habría arrastrado hasta París en signo de penitencia, con la cabeza cubierta de ceniza. Con mandil o no, eso sería optativo. Pero como el agravio es hacia la “Marcha Real”, pues eso, que es una “anécdota”.

Como es anecdótico su malgobierno, objeto de mofa en todas las cancillerías del mundo; es anecdótico su modelo territorial, visto con máximo interés por nuestros enemigos para enterrarnos; es anecdótica su izquierda, antiespañola, resentida y copada por la masonería; es anecdótico que se colme de dádivas a los felones que quieren destruir la unidad de España; es anecdótico el principal partido de la oposición, ausente y para el que la “economía es lo único que importa”; es anecdótico que nuestro dinero se lo lleven sindicatos de clase, entidades financieras, otras turbias sociedades y las oligarquías corruptas de otros países, (con los que somos muy rumbosos); es anecdótico que la corrupción agusane el tejido productivo de la Nación; es anecdótico que estemos camino de los cinco millones de desempleados, con muchas familias en el abismo; es anecdótico que todo se vaya a pique y que a nadie parezca importarle…

Porque hoy jauja (antaño España) es una anécdota. Ya veremos que es a partir de septiembre porque depende de nosotros, de aquellos que aún nos seguimos llamando “españoles”. Hasta entonces…

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