sábado, 25 de julio de 2009

TURISMO,

DEAR WALTER.

ARTÍCULO DE: Lorenzo Soriano

Sinceramente tengo mucho valor, al atreverme a escribir no sobre ti, sino acerca de ti.

Cuando a un ilustre contertulio de una elevadísima charla cultural, le preguntaba al disertante principal, un advenedizo que en ella se había colado, “¿le puedo tutear?”, - “no veo la necesidad”- fue la respuesta. Sin embargo, aplicando en unificador you que la lengua Inglesa ofrece, me atrevo viendo la necesidad de mostrar cercanía y complicidad.

Fuiste lo que ahora llaman “icono” de la prensa libre. “El hombre más creíble de América”. Ahí es nada. No sé si jamás nunca nadie podrá ser adjetivado como tal. Se te recordará en la Comunidad Intergaláctica del 2500 como un ejemplo y supongo que se te expondrá como el Norte a seguir en la tremendamente devaluada carrera del Periodismo.

Distes las mayores historias del siglo XX, ya que naciste en 1916, te dio tiempo de vivir los grandes eventos del “Gran siglo” de los cambios más drásticos y dramáticos, pero se te acusaba de “soso”, por los babosos de turno, ya que rehuías dar tu opinión, solo la noticia. Jamás la comentabas. No he podido confirmar la Leyenda, que estoy seguro no es fantasía, cuando se te preguntó una vez retirado de la CBS, que a qué partido pertenecías. Tu respuesta- dice el registro- fue espectacular. “Si en más de 50 años de profesión periodística, Vd. No sabe a qué partido pertenezco, es que efectivamente, he conseguido un clamoroso éxito en mi vida profesional”.

Intentar resumir en este cortó Obituario homenajeado, tu carrera, es un disparate. Repartidor de periódicos, corresponsal de Guerra, Juicio de Núremberg, La luna, Vietnam, las entrevistas con Sadat y con Beguin, que llevaron al primero a visitar Jerusalén y la posterior firma del tratado de paz, el Emmy, la Medalla Presidencial, la CBS y tantas y tantas más.

Decías, que no entendías bien tu impacto o éxito. Que debías tu reputación a contar las cosas como sucedían con un enorme grado de honestidad. Fuera quien fuera, o molestara a quien molestara. No hacías publicidad. Eras un informador y la genta, millones de personas te seguían para informarse de lo que de verdad pasaba. Ese fue tu éxito.

También pusiste de moda frases como aquella de “las finas líneas plateadas que se ven en los negros nubarrones”, en referencia a que es difícil a veces ver cosas positivas, y hay que tener mucha fé, para creer que lo que hacemos, en ocasiones es siempre por el bien del mundo o los demás si causa tanto horror, dolor, muerte o tragedia. Regresaste de Vietnam convencido de que había que parar la guerra, negociar la paz y terminar el asunto. Como siempre no expresaste una opinión, solamente describiste los hechos. Sin embargo, lo hiciste de tal manera, que Lindón Bird (Johnson) comento después de ver las noticias “ If I´ve lost Cronkite, I´ve lost middle América”. Lo que podría traducirse como, si perdemos la objetividad de WC, habremos perdido la mitad de América.

Good Farewell Professor and Magíster. Eres y serás siempre un ejemplo para el mundo de la comunicación veraz e independiente. R.I.P.

A reflexionar

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