sábado, 3 de octubre de 2009

ARGELINOS,

LA BANDERA DE NTRA. SRA. DEL ROSARIO. UN BREVE COMENTARIO.

ARTÍCULO DE: Germán F. Rodríguez Cabrera.
Cofradía de Ntra. Sra. del Rosario.


La devoción al Santísimo Rosario se extiende por todo el orbe cristiano en la actualidad, pero su culto tuvo dos grandes valedores, que la cimentaron de manera más sólida y propiciaron su definitiva expansión. Con el apoyo de la Orden de santo Domingo de Guzmán, que adopto a esta advocación como su protectora, y la Victoria de la Liga católica en el golfo de Lepanto, se vinculó definitivamente el culto a Ntra. Sra. con los intereses de religiosos y políticos de la cristiandad.

Con la intención frenar el avance del Islam por el Mediterráneo y la merma que ocasionaría para los intereses cristianos, se estableció una liga militar entre la república de Venecia, Genova, el papado y el Imperio Español, bajo en mando de don Juan de Austria. La victoria fue contundente, el 7 de octubre de 1571, y los participantes dieron ese día por glorioso. Para el reinado de Felipe II, la victoria fue un hecho a celebrar, al igual que al resto de los integrantes, que significó la definitiva derrota de la amenaza turca. A esa dimensión política, le debemos sumar la religiosa, fue el pontífice del momento, Pio V- miembro de la orden de predicadores- quien potenció el culto de la Virgen del Rosario, pues por su intercesión se logro el feliz desenlace. Por su intercesión, se hacia perdurar el hecho milagroso y difundir el culto de esta advocación.

De este modo el día 7 de octubre se celebra el día de la advocación del Santísimo Rosario y la conmemoración de la Victoria de Lepanto. Tanto la Orden de santo Domingo como las cofradías bajo su advocación, establecen en el programa festivo la recreación de este hecho bélico. Una vez fundada la Cofradía del Santísimo Rosario en el Realejo Bajo en 1590, se recoge en sus estatutos la celebración de las fiestas de la Naval o Lepanto, destinándose una partida de los ingresos de la misma para estos festejos. Bien en representaciones teatrales o en actos pirotécnicos, se recordaba la batalla. Una vez reorganizada la fiesta en el siglo XIX, se recuperan estas representaciones del acometimiento, dentro de las exhibiciones pirotécnicas - de manera discontinua - que centran la noche del domingo de las fiestas.

Recuerdo de estos hechos históricos, es la bandera que acompaña a la imagen en sus andas, diversas banderas aparecen citadas en varios de los inventarios de los bienes de la Cofradía. Durante un tiempo, ya en el siglo XIX, dejo de procesionar, con Ntra. Sra. La actual bandera, fue realizada por su devota doña Amparo García Siverio y donada por su esposo Antonio Hdez. Estévez, en 1919. En ella aparece el blasón dominico orlado, por una filacteria con la siguiente cita: “Veritas / Liberabit vos”, traducido: “La verdad os hará libres”. Tras la insignia y en sentido diagonal la antorcha de la Orden dominica, a ambos lados una vara de azucenas y un tallo de rosal, respectivamente .Este pendón se aleja de la habitual representación, que muestra sobre un paño rematado por dos puntas la imagen de un crucificado, fiel a la bandera de la Santa Liga, que se alzaba en el navio de don Juan de Austria. El olvido del antiguo modelo o las ansias de enriquecer la pretérita versión, han hecho de esta bandera, un curioso ejemplo en la iconografía del Rosario de Los Realejos, la cual enlaza los dos pilares de fundamentales de la difusión de su culto.

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