domingo, 13 de diciembre de 2009

DESDE TELDE,

¡Y NO LES CRECE LA NARIZ!

ARTÍCULO DE: Luis Pérez Aguado

Oí a la consejera del ramo defender en el Parlamento Canario que se estaban cubriendo todas las bajas del profesorado. Esto sucedía cuando un compañero de mi centro escolar llevaba más de catorce días con gripe A, siguiendo el protocolo establecido, alejado de sus alumnos y del centro escolar.

La consejera de Educación ponía énfasis en demostrar que aquellas “falacias” estaban motivadas por malas prácticas y manías políticas de quienes pretendían desacreditar su gestión educativa. Se podría alegar, entonces, que el caso de mi centro era un tema excepcional. Pero, no. Otros compañeros -en el mío y otros centros- fueron enfermando y tampoco, entonces, se cubrieron las bajas médicas. ¿Qué pensarían las familias que vieron cómo la consejera afirmaba tal cosa y comprobaban cómo un día sí y otro también sus hijos seguían sin tener al profesor sustituto? Probablemente, lo mismo que yo. ¡Y no les crece la nariz, tú!

Ahora se les comunica a los Centros Escolares que no se cubrirán las bajas médicas inferiores a “un mes”. Pero la consejera del ramo sigue afirmando “que garantiza el mantenimiento de la calidad de la enseñanza canaria” ¡Ya me dirá cómo!

¡Qué tiempos aquellos cuando las bajas, del tipo que fueran, no tardaban más de tres días en cubrirse! De acuerdo que eran los tiempos de María Castaña. Pero ahora nuestros irresponsables políticos –los de hoy- están empeñados en meter a la Enseñanza en un callejón sin salida.

Por mucho que se pretenda solventar con el voluntarismo innegable del profesorado de los Departamentos Educativos, a los que se les sobrecarga de trabajo, lo cierto es que los alumnos estarán simplemente “vigilados”, sin clase, y sin profesor que los atienda debidamente, por mucho que se empeñe la Consejería en demostrar lo contrario, incluso con publicidad engañosa.

La crisis fue una buena excusa para que, un tiempo antes de declararse oficial, ¡qué casualidad! se subieran los diputados canarios el 10 % de su sueldo. De acuerdo que el capítulo de gastos de Personal es muy elevado, pero “por razones de su cargo” los restaurantes de tres tenedores siguen alimentando “generosamente” a nuestros superiores educativos y los hoteles de más de tres estrellas alojándoles en su interior. Las dietas siguen siendo las mismas de espléndidas que antes de la crisis, y la consejera del ramo sigue ganando tanto como un ministro del Estado. No hablemos del privilegio de cobrar la máxima pensión pública tras mantenerse unos cuantos años en su categoría de consejero frente a los treinta y cinco de trabajo que necesita un ciudadano normal y corriente.

Los economistas más prestigiosos insisten en que en tiempos de crisis hay que invertir más y mejorar la formación del pueblo. Pero en nuestra Consejería de Educación no debe de haber economistas, sólo coordinadores con prestigiosos masters que nunca han pisado un aula, pero que son muy sabios y saben que para ahorrar dinero no se deben cubrir las bajas inferiores a un mes; que los pobrecitos interinos y sustitutos (que siempre andan con la casa a cuestas, pagando alquileres, traslados…) no deben cobrar los meses de verano o se les debe poner en paro para que nuestros hijos tampoco tengan derecho a profesor que los atienda debidamente durante un mes si el suyo tiene la desgracia de caer enfermo.

También saben que se ahorrará dinero cerrando ciclos formativos, a pesar de dejar en la cuneta a muchos jóvenes que ahora están más perdidos que un pato en la Luna. O eliminando plazas en los Equipos de Orientación, Psicopedagogos o profesores de Pedagogía Terapéutica, para lo que fue necesario cambiar la normativa que redujera la atención a menos niñas y niños con necesidades educativas especiales. Así entienden “ellos” el principio de igualdad para todos los alumnos. Ahora –según esta norma, que vendieron “alegando” que tendrían mayor cabida a los alumnos con NEAE ¡Cínicos ellos y cínicos su…!- sólo se presta atención a los que tienen una discapacidad grave, con lo que los niños que se atienden este curso han pasado a ser menos de la mitad del curso anterior. ¡Cada día que pasa me gusta más esta Consejería!

La política de reducción sistemática de la inversión de la Administración Educativa Canaria está dejando en pañales a la escuela. Eso, por muchos millones de euros que se gasten en publicidad para poder seguir tomando el pelo a la Sociedad y hacernos creer lo contrario.

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