domingo, 13 de diciembre de 2009

ART. DE UN PORTUENSE,

DEL DESAMPARO EVIDENTE DE TODAS LAS FUERZAS DEMOCRÁTICAS…

ARTÍCULO DE: Celestino González Herreros

A pesar de las últimas consideraciones de la superioridad judicial del Estado Español en defensa de los niños y niñas, se siguen vulnerando los Derechos Humanos de ellos y ellas, en adopciones y aquellos que están en preadopción negándoseles sus derechos superiores, destacando en sí la incomunicación verbal solicitada por ellos. Totalmente incomunicados, no digamos como si fueran terroristas, como así los tratan, sólo quieren lavarles el cerebro, que olviden, en el triste caso de la niña de siete u ocho años, Piedad, aquel afecto familiar, su hogar al fin logrado, una madre ejemplar que lo daría todo por ella y miles, más que miles de personas que les apoyamos en este calvario que sufre inocentemente por negligencias continuadas a aquellos que alevosamente hasta el día de hoy la han enjuiciado, como si fuera una vulgar delincuente. Desde que nació, y aún hoy a los ocho años sin cumplirlos. ¿Verdad que da nauseas?

¿Cuándo será ese día tan ansiado? Y ¿cuándo vamos a estar contentos?.. Y volverán entonces a brillar las pupilas de Piedad queriendo abarcarlo todo con su cristalina mirada, aún incrédula, en su entorno familiar de La Orotava, cuando sea liberada de su cruel cautiverio por imperativos de la actual justicia…

Un cautiverio que ha durado muchos años y no se le ha dado solución porque la burocracia no se ha movido lo rápido que el caso en ciernes nos preocupa, y las curiosas y dudosas circunstancias como así se han tratado.

Ocho años de vida para una niña de esa edad es mucho tiempo perdido, desde que vino al mundo, cuando se le ha estado engañando con penas inmerecidas, yendo de un lugar a otro distinto. Como un objeto inservible al cual no deciden (entre tantos) qué van hacer con ella. Triste objeto dañado de tanto ir y venir sin un destino seguro. Visto sin consideración alguna, sin importarle a nadie qué van a ser de ella cuando sea una mujer adulta.

Habérsela arrebatado de sus afectivos brazos a la familia de La Orotava (Tenerife), ha sido, sin excusa alguna, la peor y más lamentable determinación de la Justicia y el más cruel atropello, tal vez, de consecuencias irreversibles y jamás cometido en nuestras Islas Canarias, con una niña que ya lo tenía todo, que era inmensamente feliz en su mundo afectivo; y su porvenir estaba relativamente asegurado, el resto lo pone la voluntad de cada cual.

Calculen ustedes el daño que se le ha hecho a esa criaturita robándole su ansiada felicidad…

Es curioso, muy significativo, como la Humanidad se preocupa tanto por hechos también lamentables y puntuables, que más que nada alimentan al “sensacionalismo periodístico universal” Después de esto, sin más comentarios por puro respeto a tan ejemplares personas.

Es hasta irónico comprobar el desprecio que generalmente se siente respectos a los niños y niñas traídos al mundo en el que vivimos y que muchos de ellos son objeto del más cruel desprecio, ante todo de sus propias madres que han llegado al extremo del aborto o abandonarles…

Hay un sano rumor de voces, de anuncios oficiales, como suaves y perfumados pétalos caídos deliberadamente, muy cerca de nosotros, que sólo tratan con sus perfumes, serenar los dolidos ánimos nuestros. Son como aquellas recordadas cataplasmas para aliviar el dolor físico, pero el dolor del alma da pena.

Y todos contentos. Tardan en llegar a la acción, eso sí, a las resoluciones cuando no les conviene la evidencia. Hay un profundo agujero y ese es el verdadero motivo del retraso.
No sé como describirlo sin faltar al respeto de aquellos que dignamente han sabido administrar la Justicia y a quienes tanto le debemos.

Lo preocupante es que aún no podemos decir lo mismo de aquellos que en sus manos han tenido, seguramente, el destino de tantos reos sin que jamás sepamos LA VERDAD…

Así están las cosas, no lo digo yo solamente, y es lamentable que mañana se tengan que depurar tantas irresponsabilidades, no sólo en el plano de la Justicia, que hay para rato. Otros estamentos hay que no se salvarán por sus malas acciones.

Ya no tengo que añadir, al menos ahora mismo, al triste problema del acuciado desprecio, que va creciendo y lo están sufriendo, los niños y niñas, algunas veces, como todos sabemos, también comercializados, prostituidos y hasta asesinados impunemente, como suelen decir en algunos “democráticos” países, son ratas infectadas que hay que acabar con todas ellas. Y respecto a la Ley del Aborto, no digamos más. ¡Y cuántos más despropósitos! Hay que leer mucho para conocer cómo está la vida en el resto del mundo en el cual vivimos. Caramba, si no fuera por algunas serias preocupaciones, diría que no hay lugar más idóneo y apetecible para vivir siempre que nuestra entrañable isla de TENERIFE.

Nunca he querido hablar tanto, no por miedo a las represalias. Pienso que, allá cada cual con su conciencia. Hoy no conocen más allá de sus limitaciones. Alguna vez van a arrepentirse y a dolerse de no haber conocido y practicado la Ley de Dios. Hoy fueran personas normales y más ricos sus espíritus. Dios no quiere más regalos que esas ganancias espirituales.

Piedad, no me he olvidado de ti, recordándote he dado el acostumbrado paseo por los lugares de siempre, que nuestro valle de La Orotava es generoso y fértil como nuestras ilusiones y la esperanza de tenerte pronto entre nosotros para ser verdaderamente felices.

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