YA NO HACE MUECA
ARTÍCULO DE: Salvador García Llanos
Adiós a Mueca, la última de las convocatorias para atraer público y turismo, para mantener encendida la llama de la creatividad cultural en el Puerto de la Cruz. ¡Vaya! Qué mala suerte, no hay manera de consolidar iniciativas que sirvan de proyección a una ciudad que no encuentra el modo de superar su decadencia, envuelta -como está- en un serio proceso de recesión económica fruto de la progresiva reducción de su oferta turística.
Mueca empezó como una experiencia y pronto creció captando el interés de creadores, actores, animadores y sociólogos. Se convirtió en una manifestación cultural en las calles al aire libre como sus creadores quizá alguna vez hayan imaginado. Subió la participación, se ampliaron los espacios públicos, performances para todos los gustos, la oferta rezumó calidad… un espectáculo que para sí quisieran otras localidades.
Las calles del Puerto de la Cruz se convirtieron así en una efervescente estampa de creatividad, reclamando el interés de gentes de todas las edades que pudieron admirar cuantas cualidades se concentran en una convocatoria de estas características. Las industrias y los comercios de los alrededores se sintieron motivados y satisfechos, lógico: calles animadas, público en tránsito, ambientación original. Parecía que, por fin, la ciudad podría ofertar un producto llamativo, con ingredientes socioculturales de alto nivel.
Ni la lluvia pudo con Mueca en la edición del pasado año. Al revés, hasta le proporcionó como más encanto. Los participantes desafiaron los elementos y no importó que los “papeles” respectivos se mojaran: el desempeño no fue menos brillante ni menos entregado.
Pero el gobierno local surgido tras una moción de censura dice nones, que no hay recursos y que hay otras prioridades. Otra víctima de la crisis. Habría que saber qué se ha hecho o qué se hará con la aportación del Gobierno de Canarias para esta finalidad. Como habrá que preguntarse si no era posible un esfuerzo para evitar su desaparición, que se notara la crisis pero que no se extinguiera la llama.
El Puerto ya no hace Mueca. O si la hace, es de disgusto, de contrariedad. Otra cosa que muere, como antes el Festival del Atlántico, el circuito automovilístico, el torneo de balonmano… Tantas cosas.
ARTÍCULO DE: Salvador García Llanos
Adiós a Mueca, la última de las convocatorias para atraer público y turismo, para mantener encendida la llama de la creatividad cultural en el Puerto de la Cruz. ¡Vaya! Qué mala suerte, no hay manera de consolidar iniciativas que sirvan de proyección a una ciudad que no encuentra el modo de superar su decadencia, envuelta -como está- en un serio proceso de recesión económica fruto de la progresiva reducción de su oferta turística.
Mueca empezó como una experiencia y pronto creció captando el interés de creadores, actores, animadores y sociólogos. Se convirtió en una manifestación cultural en las calles al aire libre como sus creadores quizá alguna vez hayan imaginado. Subió la participación, se ampliaron los espacios públicos, performances para todos los gustos, la oferta rezumó calidad… un espectáculo que para sí quisieran otras localidades.
Las calles del Puerto de la Cruz se convirtieron así en una efervescente estampa de creatividad, reclamando el interés de gentes de todas las edades que pudieron admirar cuantas cualidades se concentran en una convocatoria de estas características. Las industrias y los comercios de los alrededores se sintieron motivados y satisfechos, lógico: calles animadas, público en tránsito, ambientación original. Parecía que, por fin, la ciudad podría ofertar un producto llamativo, con ingredientes socioculturales de alto nivel.
Ni la lluvia pudo con Mueca en la edición del pasado año. Al revés, hasta le proporcionó como más encanto. Los participantes desafiaron los elementos y no importó que los “papeles” respectivos se mojaran: el desempeño no fue menos brillante ni menos entregado.
Pero el gobierno local surgido tras una moción de censura dice nones, que no hay recursos y que hay otras prioridades. Otra víctima de la crisis. Habría que saber qué se ha hecho o qué se hará con la aportación del Gobierno de Canarias para esta finalidad. Como habrá que preguntarse si no era posible un esfuerzo para evitar su desaparición, que se notara la crisis pero que no se extinguiera la llama.
El Puerto ya no hace Mueca. O si la hace, es de disgusto, de contrariedad. Otra cosa que muere, como antes el Festival del Atlántico, el circuito automovilístico, el torneo de balonmano… Tantas cosas.
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