martes, 5 de enero de 2010

LOS REALEJOS AL DÍA,

INTERESANTE LIBRO “DESDE EL CORREDOR” DE DON JUAN DEL CASTILLO LEÓN

ARTÍCULO DE: Esteban Domínguez

Hace pocas fechas he recibido un interesante libro fruto de la magnífica pluma, el escritor y pregonero orotavense, don Juan del Castillo León. En el podemos disfrutar de la vida de un gran número de grandes y distinguidos tinerfeños, así como otras grandes personalidades del mundo de las letras, de la ciencias y de la cultura.

Un ejemplar que en su día editó la Caja de Ahorros y en el que su autor muy acertadamente, valora la vida de muchas personas de bien.

Don Juan del Castillo es una de las personas que se ha venido destacando con amplia lucidez, yo diría, como un manantial de agua viva que quiere dar a conocer a todos en general, el valor humado de tantos hombres y mujeres que nos hemos tenido la suerte de conocer mano la poeta Dulce María Loynáz y al capitán General de Canarias don Mariano Weyler Marqués de Tenerife y tantas otras personas de brillante trayectoria, sea bien política, religiosa, artística o de cualquier clase social.

Con “Desde el Corredor” nos hemos informado de la vida de un gran número de hombres y mujeres de bien que fueron capaces de prodigar nuestra tierra. De darle luz a las sombras y de hacer reverdecer las centenarios pinares de estas tierras.

Creo que con esta publicación que vio la luz en el año 2002, la vida y el trabajo de cuantos personajes se recogen en sus páginas, nos trasmiten la inquietud de sus autor y de quienes el, tan magistralmente nos comenta.

Ojala nacieran muchas publicaciones de tan calado relieve como “Desde el Corredor”. De ese lugar de donde don Juan del Castillo pule su pluma. Desde el corredor de su antigua casa en la Calle el Calvario de La Orotava. Allí al silencio de la tea y junto a las centenarias tejas rojizas, don Juan del Castillo va cultivando sus buenas y gratas semillas para luego pasar por el rodillo de las maquinas impresoras y trasmitirlos el aliento y la entrega de tantas personas de bien.

Me alegro y felicito al común amigo don Juan del Castillo, por esta gran obra, casi agotada ya en las librerías. Una obra hecha con el corazón y para disfrute del corazón, como no podía ser de otra manera.

Gracias don Juan por este valioso obsequio, al que sabré conservar y cuidar, y que Vd. sigua descubriendo tantos personajes ya un tanto olvidados, y que necesitan ser reconocidos como ellos se merecen ya que pueden ser la mejor fuente informativa para las nuevas y futuras generaciones.

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