OBSTÁCULOS SOBRE OBSTÁCULOS
ARTÍCULO DE: Esteban Domínguez
Seguimos notando un desorbitado equilibrio político que nos deja sin lugar a dudas, en evidencia. Y voy a poner algunos ejemplos a la consideración de quienes nos leen.
Desde el ayuntamiento de Los Realejos que es quién debe de ver y dar la cara con mayor eficacia si fuera `posible por logran un mejor bienestar para todos los ciudadanos de est
e municipio, solo encontrados dificultades y tropezones. Veamos sino dos macetones que el concejal de servicios se ha empeñado en colocar en la calle la Alhóndiga, justo por fuera de un supermercado, joderle la pavana ya no sólo el propietario o arrendatario del comercio, sino al mismo tiempo para molestar a quienes por unos minutos paraban en este lugar para adquirir cualquier artículo de necesidad, digamos arroz, azúcar quizás un pan, y estos vecinos que por otros motivos allí paraban unos minutos, se ven con la malicia de un concejal inepto e irresponsable que no tienen en consideración en daño que causa colocando un par de macetones justo en el lugar que había libre, gesto que no sólo ha molestado a los arrendatarios del supermercado sino además a quienes allí acudían unos minutos a realizar una pequeña compra.
Son gestos que causan el rechazo y la indignación de los vecinos, porque se trata sin ninguna duda de hacer daño, de poner obstáculos y de crispar a los vecinos con actitudes tan salvajes como las que demuestran estos políticos que en ningún modo están al servicio de la ciudadanía.
Políticos de esta talla, sobran y deben de dimitir. Hay muchas quejas sobre su forma de proceder y que parece no quieren reconocer sus propios compañeros de partido, pero el sentir popular está en la calle, la gente se queja. La gente protesta. La gente no concibe esta forma de proceder de quienes tienen el deber moral de estar al servicio de la ciudadanía que es quien les paga. Ellos los caprichosos, siguen actuando a su forma, sin importarles un bledo lo que la gente diga, y así, soberanamente no va. Cada día peor, pero tenemos lo que nos merecemos. Unos políticos bananeros que no sienten ni les duelen el municipio y sus múltiples problemas.
ARTÍCULO DE: Esteban Domínguez
Seguimos notando un desorbitado equilibrio político que nos deja sin lugar a dudas, en evidencia. Y voy a poner algunos ejemplos a la consideración de quienes nos leen.
Desde el ayuntamiento de Los Realejos que es quién debe de ver y dar la cara con mayor eficacia si fuera `posible por logran un mejor bienestar para todos los ciudadanos de est
e municipio, solo encontrados dificultades y tropezones. Veamos sino dos macetones que el concejal de servicios se ha empeñado en colocar en la calle la Alhóndiga, justo por fuera de un supermercado, joderle la pavana ya no sólo el propietario o arrendatario del comercio, sino al mismo tiempo para molestar a quienes por unos minutos paraban en este lugar para adquirir cualquier artículo de necesidad, digamos arroz, azúcar quizás un pan, y estos vecinos que por otros motivos allí paraban unos minutos, se ven con la malicia de un concejal inepto e irresponsable que no tienen en consideración en daño que causa colocando un par de macetones justo en el lugar que había libre, gesto que no sólo ha molestado a los arrendatarios del supermercado sino además a quienes allí acudían unos minutos a realizar una pequeña compra.Son gestos que causan el rechazo y la indignación de los vecinos, porque se trata sin ninguna duda de hacer daño, de poner obstáculos y de crispar a los vecinos con actitudes tan salvajes como las que demuestran estos políticos que en ningún modo están al servicio de la ciudadanía.
Políticos de esta talla, sobran y deben de dimitir. Hay muchas quejas sobre su forma de proceder y que parece no quieren reconocer sus propios compañeros de partido, pero el sentir popular está en la calle, la gente se queja. La gente protesta. La gente no concibe esta forma de proceder de quienes tienen el deber moral de estar al servicio de la ciudadanía que es quien les paga. Ellos los caprichosos, siguen actuando a su forma, sin importarles un bledo lo que la gente diga, y así, soberanamente no va. Cada día peor, pero tenemos lo que nos merecemos. Unos políticos bananeros que no sienten ni les duelen el municipio y sus múltiples problemas.
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