BABILONIA NO ES EL REALEJO…
ARTÍCULO DE: Esteban Domínguez
Babilonia no és el Realejo, y mucho menos el Realejo es Babilonia, pero en ese lugar del planeta los visitantes se le clavan los ojos en unas de las maravillas del mundo. Me refiero a los Jardines Colgantes, que están considerados como unas de las siete maravillas del mundo.
Cuando pasamos junto al "parque de los perros", y vemos tanta vegetación, tanta arboleda, tantas palmeras exóticas, tantas flores multicolores, nos viene a la cabeza que estamos muy cerca de Babilonia y de sus famosos Jardines Colgantes, pero ¡que lejos nos queda esta realidad!
Y si volvemos a insistir sobre este ridículo parque o jardín, lo hacemos ante las críticas que sobre él caen, y de quienes fueron sus pensadores más inmediatos.
¿Pero se van a creer nuestros lectores sobre lo apuntado de palmeras exóticas, de tanta arboleda, de tantas flores multicolores etc.? Pues no se lo crean, era por mi parte, una forma de intimar tanto mal gusto en ese parque donde se han gastado mucho dinero en balde. Mejor hubiese sido construir un amplio auditorio, tan necesario y del cual carece el Municipio de Los Realejos o utilizar ese dinero en la puesta a punto de los teatro Viera y Clavijo y teatro Cine Realejos, dado que el "jardín de la Princesa" sólo ha servido par llevar allí a los perros. Dinero mal gastado, mal gusto en la confección y proyecto del mismo, y al final de cuentas, un "muerto mas" que no cae sobre el Realejo Bajo sin dar ningún resultado positivo. Tampoco se ha tenido en cuenta que esta zona adolece de aparcamientos, y no vemos la forma adecuada como para que el ayuntamiento actúa pues en ese parque en opinión del vecindario hubiese sido mejor utilizarlo en su parte baja como lugar de aparcamiento y en su posible zona alta, una gran plaza, bien ajardinada, con alumbrado público y el mobiliario correspondiente, pero nuestras lumbreras políticas optaron por un parque, mal diseñado y al que nadie acude, salvo los dueños de los perros a dejar allí sus excrementos.
Que se están olvidando del Realejo Bajo, es un hecho, y que lejos nos quedan los jardines colgantes de Babilonia. Alli deben de ir nuestros políticos a tomas nota, a pensar con la cabeza sobre los hombros, porque de nada vale que acudan allí con la cabeza bajo el brazo.
Lo mismo digo de la Plaza de Las Flores. Nombre este que le fue puesto por la cantidad de flores que en aquel pequeño recinto lo decoraban las alegremente, y porque en su entorno se celebraban alrededor de aquella plaza las batallas de flores con comito de las fiestas del Carmen.
En cuando al nombre de la plaza tengo que apuntar que la misma aunque sin lápida identificativa, se "bautizó" como plaza del Dr. Don Joaquín García Estrada. La calle que bajaba hacia Las Toscas de San Agustín, también recibió ese mismo nombre, y el Busco de don José, su padre, fue colocado en la plaza de San Agustín siendo alcalde don Domingo Luis Estrada. Mas tarde, al parecer el busto estorbaba para confeccionar el escenario de las fiestas del Carmen, y es entonces cuando el busto del padre de don Joaquín don José, se traslada a un extremo de aquella pequeña plaza, años más tarde al eliminarse la escalera que partía desde la calle San Agustín por el costado sur, el busco se coloca en un jardín construido donde estaba la mencionada escalera, y desde entonces allí pertenece, la placa que en su dia se le colocó, no hacía mención a que personaje correspondía, y de aquí que me tocó el turno de pedir en unas de la reuniones del V Centenario celebradas en el ayuntamiento de Los Realejos, se le rectificara la correspondiente placa y que se le pusiera el nombre a quién pertenecía el busco. Don Vicente Quintero respondió que esa nueva placa estaba en marcha o se estaba labrando, pasaron más de cinco años y nunca llegó. Ahora hace tres o cuatro años, el ayuntamiento identifica y agrega el nombre de Don José García Estrada, pero la plaza que todos llamamos plaza de las flores por lo que fue y representó, lleva el nombre de Joaquín García Estrada, tan y como lo comentaba don Rafael Yanes, aunque la placa correspondiente nunca se colocó por motivos que se desconocen.
Creemos y confiamos en las palabras de don Rafael Yanes y en el empeño del estimado amigo Álvaro Hernández Díaz ha intentado realizar sobre esta cuestión, asi como de Germán Francisco Cabrera.
ARTÍCULO DE: Esteban Domínguez
Babilonia no és el Realejo, y mucho menos el Realejo es Babilonia, pero en ese lugar del planeta los visitantes se le clavan los ojos en unas de las maravillas del mundo. Me refiero a los Jardines Colgantes, que están considerados como unas de las siete maravillas del mundo.
Cuando pasamos junto al "parque de los perros", y vemos tanta vegetación, tanta arboleda, tantas palmeras exóticas, tantas flores multicolores, nos viene a la cabeza que estamos muy cerca de Babilonia y de sus famosos Jardines Colgantes, pero ¡que lejos nos queda esta realidad!
Y si volvemos a insistir sobre este ridículo parque o jardín, lo hacemos ante las críticas que sobre él caen, y de quienes fueron sus pensadores más inmediatos.
¿Pero se van a creer nuestros lectores sobre lo apuntado de palmeras exóticas, de tanta arboleda, de tantas flores multicolores etc.? Pues no se lo crean, era por mi parte, una forma de intimar tanto mal gusto en ese parque donde se han gastado mucho dinero en balde. Mejor hubiese sido construir un amplio auditorio, tan necesario y del cual carece el Municipio de Los Realejos o utilizar ese dinero en la puesta a punto de los teatro Viera y Clavijo y teatro Cine Realejos, dado que el "jardín de la Princesa" sólo ha servido par llevar allí a los perros. Dinero mal gastado, mal gusto en la confección y proyecto del mismo, y al final de cuentas, un "muerto mas" que no cae sobre el Realejo Bajo sin dar ningún resultado positivo. Tampoco se ha tenido en cuenta que esta zona adolece de aparcamientos, y no vemos la forma adecuada como para que el ayuntamiento actúa pues en ese parque en opinión del vecindario hubiese sido mejor utilizarlo en su parte baja como lugar de aparcamiento y en su posible zona alta, una gran plaza, bien ajardinada, con alumbrado público y el mobiliario correspondiente, pero nuestras lumbreras políticas optaron por un parque, mal diseñado y al que nadie acude, salvo los dueños de los perros a dejar allí sus excrementos.
Que se están olvidando del Realejo Bajo, es un hecho, y que lejos nos quedan los jardines colgantes de Babilonia. Alli deben de ir nuestros políticos a tomas nota, a pensar con la cabeza sobre los hombros, porque de nada vale que acudan allí con la cabeza bajo el brazo.
Lo mismo digo de la Plaza de Las Flores. Nombre este que le fue puesto por la cantidad de flores que en aquel pequeño recinto lo decoraban las alegremente, y porque en su entorno se celebraban alrededor de aquella plaza las batallas de flores con comito de las fiestas del Carmen.
En cuando al nombre de la plaza tengo que apuntar que la misma aunque sin lápida identificativa, se "bautizó" como plaza del Dr. Don Joaquín García Estrada. La calle que bajaba hacia Las Toscas de San Agustín, también recibió ese mismo nombre, y el Busco de don José, su padre, fue colocado en la plaza de San Agustín siendo alcalde don Domingo Luis Estrada. Mas tarde, al parecer el busto estorbaba para confeccionar el escenario de las fiestas del Carmen, y es entonces cuando el busto del padre de don Joaquín don José, se traslada a un extremo de aquella pequeña plaza, años más tarde al eliminarse la escalera que partía desde la calle San Agustín por el costado sur, el busco se coloca en un jardín construido donde estaba la mencionada escalera, y desde entonces allí pertenece, la placa que en su dia se le colocó, no hacía mención a que personaje correspondía, y de aquí que me tocó el turno de pedir en unas de la reuniones del V Centenario celebradas en el ayuntamiento de Los Realejos, se le rectificara la correspondiente placa y que se le pusiera el nombre a quién pertenecía el busco. Don Vicente Quintero respondió que esa nueva placa estaba en marcha o se estaba labrando, pasaron más de cinco años y nunca llegó. Ahora hace tres o cuatro años, el ayuntamiento identifica y agrega el nombre de Don José García Estrada, pero la plaza que todos llamamos plaza de las flores por lo que fue y representó, lleva el nombre de Joaquín García Estrada, tan y como lo comentaba don Rafael Yanes, aunque la placa correspondiente nunca se colocó por motivos que se desconocen.
Creemos y confiamos en las palabras de don Rafael Yanes y en el empeño del estimado amigo Álvaro Hernández Díaz ha intentado realizar sobre esta cuestión, asi como de Germán Francisco Cabrera.
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