sábado, 30 de enero de 2010

TURISMO,

FITUR-2010
ARTÍCULO DE: Lorenzo Soriano

Me había resistido a escribir las obligadas notas de la Feria de Turismo. Debo de matizar el escrito, e intentar suavizar mi opinión, no desdibujarla. Creo que el negar las evidencias, y advertir de los hechos o previsiones, trae consecuencias nefastas. Si estamos viviendo la peor crisis quizás de la historia democrática de España es, y estoy convencido, por culpa de ignorar, tapar y engañar acerca de las realidades aplastantes que nos rodeaban. Con intenciones bastardas o no, el maquillaje, el attrezzo, el desfigurar las acepciones, y el llamar al vino” frolo”, como decía el Forges, es nefasto para la ciudadanía. Mentirles no sólo no resuelve, sino que empeora, retarda y anula o imposibilita la reacción necesaria para sobrepasar las dificultades.

Y en esas estamos. A nivel nacional hemos perdido, realmente entre 10 y 12 millones de visitantes turísticos. De los cuales a Canarias le ha tocado perder unos 2 millones. Encima el gasto ha descendió por turista en más de un 10% de media, en algunos destinos hasta el 14%. Por lógica FITUR, se reduce, con 2 pabellones menos, lo que hace que estén más llenos y estén más lucidos. FITUR es una feria bonita, de gente guapa, ya que todos los países y regiones, exponen lo mejor de su casa. Algunos como el de las Baleares, daban de todo para atraer a los visitantes. Otros estaban algo más austeros que otros años. El de Canarias estaba precioso y los premios llegaron. El Winter Blues Go Away funciona y hasta hubo foto conjunta de la Consejera, el Presidente y el representante del Cabildo.
Personalmente no entiendo por qué tanta Administración tiene que intervenir para “enredar” en Turismo, bajo el paraguas de apoyar y amparados en la falsa intencionalidad de defender el Turismo. Cuando está en alza, las tortas son por las medallas. Cuando en baja, las tortas se las dan a otros a quienes culpabilizan.

La omisión de nuestras debilidades y la falta del toque de arrebato por la pérdida de tanta cuota de mercado, escondiéndolas o disimulándolas, evita que nos arropemos todos y nos elevemos por encima de las adversidades, sabiendo lo que ocurre o pueda ocurrir, creo, que es la única forma de afrontar los problemas graves o muy graves. Pero edulcorándolos, y llamando crispadores o pesimistas e incluso traidores o antipatriotas, a los que advierten de los males, lo que lleva es solamente al precipicio de donde es más difícil salir.

He propuesto en el día de hoy, en la Comisión de Turismo a la que pertenezco, que de Urgencia, se declare al Turismo Sector Estratégico y de especial atención y protección, que se omitan las subvenciones, pero que se devuelva al turismo el 25% de lo que él se detrae, que se le exonere de impuestos con carácter indefinido, y que los empleados turísticos gocen de unas cuotas de SS más bajas sustancialmente que en otros sectores menos estratégicos y en todas sus categorías de actividad. Al fin y al cabo es de lo que vivimos y es de lo que viviremos en los próximos 10 años. Además que el PIB en que participa el Turismo sea solo la tercera parte es una falacia. La Cuenta Satélite del Turismo, eleva esa cifra a más del 50%, ya que la mayoría de las actividades industriales, de transportes y de otros sectores son por y para el turismo de alguna manera. Así pues, concierto sí, pero para todos, ya que la subvención a unos y a otros no, crea una desleal competencia que sería el remate de los pocos que han hecho sus deberes o han sabido navegar en esas turbulentas aguas de la recesión.

Las previsiones no son buenas, si de ocupación no lo son, al menos sabemos, que plazas de avión habrán disponibles. Hay que conseguir que elijan para su ocio esta lejana y fragmentada tierra, y para eso las Administraciones deberán liberalizar, dejar de medrar y preocuparse de sus obligaciones que es dotar de servicios, atención, infraestructuras y seguridad para que se sientan cómodos nuestros visitantes, pero no considerarlos, a ellos y a los inversores, como a la gasolina, solamente una fuente de ingresos. Ya harán bastante con dejar al sector en paz y desalojar a tantos funcionarios y políticos improductivos que el Turismo debe de mantener.
A reflexionar.

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