lunes, 15 de febrero de 2010

CASO PIEDAD,

CARTA A SOLEDAD PERERA SOBRE “EL CASO PIEDAD” DE LA PRESTIGIOSA JURISTA COSTARRICENSE ALICIA PIFARRÉ

ARTICULO RECIBIDO DE: Soledad Perera

CARTA DE ALICIA PIFARRE A SOLEDAD 14-02-2010

Estimada Soledad: cuanto más leo sobre su caso menos entiendo, desde el punto de vista jurídico. Protección de Menores ha jugado un papel que más parece calzar con el nombre de "Agresión de Menores". Porque no puede verse de otra manera lo que han hecho con Piedad, que es simple y sencillamente causarle un prolongado sufrimiento y poner en riesgo su estabilidad emocional para el resto de su vida. Quienes debieran estar siendo juzgados son los que han irrespetado la dignidad de la niña como ser humano, su derecho a una vida feliz en el marco de una familia que la ama y a quien ella ama.
Las normas jurídicas interpretadas sin tomar en cuenta su finalidad carecen de sentido. El fin buscado por todo ordenamiento jurídico es, en síntesis, la armonía social y el bien común -que es el de todos y el de cada uno al mismo tiempo-, ambos indispensables para la convivencia social.
En el caso de Piedad, las autoridades han sembrado discordia y han causado un daño grave tanto a la niña como a su familia adoptiva. Es decir, han actuado en contra de la armonía y del bien común. No solo han irrespetado a la niña como sujeto de derecho sino que también han resuelto en contra del interés superior que obliga a proteger a los menores. En todo caso, si alguien es pasible de una sanción en este prolongado e irracional proceso, se trata de las autoridades que actuaron no solo contra Derecho sino, a todas luces, en contra del más elemental sentido común.
Quien causa un daño debe responder por el daño causado. ¿Qué daño pueden alegar que le ha causado usted a la niña? Ninguno. Más bien todo lo contrario. Entonces, ¿de qué la acusan? ¿De ser buena madre? ¿De brindarle a Piedad afecto, seguridad, un ambiente familiar estable, protección, la posibilidad de crecer y desarrollarse, de ser feliz? ¿No es eso lo que toda familia debe brindar a sus hijos y que, precisamente, ni la familia biológica ni una institución pública pueden brindarle a Piedad?
La aplicación de normas jurídicas sin tomar en cuenta su finalidad es simple y sencillamente arbitrariedad, que es lo opuesto al Derecho. Y, en esos casos, lo único que se manifiesta, invariablemente, es la injusticia.
Una de las definiciones de justicia que atesoro con mayor convicción es aquella que dice: "Justicia es la creación de igualaciones de libertad, en donde lo suyo de cada uno es estar en iguales condiciones de libertad que quien lo interfiere". Pertenece al jurista argentino Carlos Cossio. Parte de que el Derecho trabaja con la interferencia intersubjetiva de conductas (la Moral, en cambio, trabaja con la interferencia intrasubjetiva de conductas, con las distintas conductas posibles de un mismo sujeto).
En este caso, a Piedad se le ha cercenado toda libertad, han decidido por ella como si fuera un objeto, la han obligado a residir con una madre (la biológica) incapaz de atenderla, y luego la han obligado a residir en una institución pública; le han privado de todo contacto con su familia adoptiva, única con la que había establecido lazos afectivos. En síntesis, a Piedad la han castigado arrebatándole su libertad como se hace con los criminales peligrosos para la sociedad. ¿Desde cuándo es un crimen ser menor y abandonado?
En mi humilde opinión, lo que evidencia la conducta de las autoridades en este caso es una terrible, inconmensurable y jurídicamente reprochable INJUSTICIA. Me parece que si debe abrirse una causa penal es contra las autoridades que han tratado a Piedad como si no fuera persona, esto es sujeto de derecho, la han privado de libertad y, hasta me atrevería a decir, lo han hecho con premeditación y alevosía dado lo prolongado de dicha privación.
Le envío todas estas deshilvanadas consideraciones por si en algo pudieran servirle en su próxima presentación ante los tribunales, punto culminante de todo este proceso absurdo, irracional e inhumano que solo ignominia trae sobre el Derecho.
Ruego a Dios que ponga límite a tanta injusticia humana y que interceda para que Piedad pueda volver al seno de su familia y ser feliz como todo niño y niña merecen.
Afectuosos saludos, Alicia

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