LOS REALEJOS AL DÍA,

DE TIEMPOS INESTABLES Y DE “CABAÑUELAS”

ARTÍCULO DE: Esteban Domínguez

El tiempo al igual que los políticos, ya no sabemos de qué lado están. El otoño casi veraniego, el invierno camina al mismo lado y la primavera que ya está casi a la vuelta de la esquina, vamos a ver que nos repara. Del verano no podemos opinar porque aún nos queda un pequeño trecho, lo que si es verdad, es que no sabemos los rumbos que toma la naturaleza y a que son debidos. Algunos expertos señalan que la capa de ozono está muy estropeada. Posiblemente sea la causante de tan malos tiempos inestables: sol por la mañana, nubes y lloviznas por la tarde, nieve en el Teide y un frío que aconseja a ponerse el abrigo. Menos mal que la cacareada gripe “A” fue todo un espaviento donde se invirtieron muchos millones de euros en la prevención adecuada, pero que todo ha quedado por suerte en un espaviento, o en una alarma social que nos ha congojado a todos.

En fin, los tiempos han cambiado, y las conciencias de los ciudadanos también. Lógico de los tiempos en estos momentos, pero el susto del invierno, de las lluvias y del viento, una vez más nos puso en vilo, ya no solo por el temporal que nos afectó a casi toda la Comunidad Canaria de una u otra forma, sino que además también se cebó con la Isla de Madeira en gran medida, y que como decían nuestros antepasados los barrancos volverán a su cause sin que nadie se lo impida por mucho que el hombre intente fabricar un mundo distinto.

Y nunca mejor dicho que a “Dios lo que es de Dios”, al “cesar lo que es del Cesar”, a “la mar lo que es del mar”, y a los “barrancos lo que es de los barrancos”, y para buenos entendedores con pocas palabras basta.

Las cabañuelas de las que tanto nos hablaron nuestros abuelos, pueden que tengan algo de cierto.

Don Vicente Pérez Hernández más conocido por don “Vicente el de la Era” y don Vicente Domínguez Hernández, también conocido por “cho grande” (ambos ya fallecidos) nos hablaron mucho de las “cabañuelas” pero casi nadie le daba importancia. Ahora y tras los fenómenos meteorológicos ocurridos recientemente, hay gente que quiere investigar sobre las “cabañuelas”. Lo curioso es que nadie a escrito nada sobre este tema, y creo que sería importante saber sobre este fenómeno del que tan poca información tenemos y lo interesante que puede ser de cara a posibles fenómenos de la naturaleza.

En manos de David Cuesta y María Luisa Arozarena dejamos este tema, ya que son ellos, personas interesadas en esta cuestión, en saber de que se deriva y que nos anuncian de las “cabañuelas” como medio previsor a tener en cuenta ante catástrofes inesperadas. Recordemos que nuestros antepasados nunca se equivocaban en sus previsiones, lo que pasa es que aquellos consejos con el paso de los años, se han ido diluyendo o perdiendo como pierde la hoja la higuera en otoño.