OSWALDO AMARO SE CONGRATULA DE QUE EL CABILDO HAYA DESBLOQUEADO EL PROYECTO PARA LA CASONA DE RAMBLA DE CASTRO
“La transformación del inmueble en centro de visitantes y su restauración beneficia a la conservación del paraje y de nuestro patrimonio”
El alcalde de Los Realejos, Oswaldo Amaro Luis, se congratuló de la decisión del Cabildo de Tenerife de concluir la restauración de la Casona de Rambla de Cas
tro y habilitarla como Centro de Visitantes. El mandatario indicó que “se trata de una vieja aspiración que teníamos pendiente y que hemos reiterado al Cabildo que acometiera, pues no sólo supone un importante espaldarazo para la conservación del paraje, sino desbloquear la solución para este inmueble, paralizada desde hace años”.
Oswaldo Amaro comentó que “el nuevo uso para este emblemático inmueble beneficia tanto desde el punto de vista de conservación del medio ambiente como del patrimonio histórico de la localidad, además de poner en valor un paraje natural como es Rambla de Castro con la difusión de sus contenidos”. Para Oswaldo Amaro ésta “es una de las mejores noticias por cuanto por fin podremos agregar en el plazo de algo más de un año, este edificio y sus contenidos a nuestra vasta oferta cultural y natural destinada tanto a los turistas que nos visitan como al disfrute de los vecinos y del turismo de interior”.
El alcalde realejero subrayó además la importante inversión económica que supone esta obra, por cuanto del 1.471.588,62 euros en los que está presupuestada la obra, algo más de 700.000 serán aportados por el Estado a modo de subvención y el resto por el Área de Medio Ambiente y Paisaje del Cabildo de Tenerife.
A modo de resumen el alcalde detalló que la obra consistirá en concluir la restauración del edificio y rehabilitarlo para su nuevo uso como centro de visitantes, lo que supone asignar cada espacio de la casa a esta finalidad, sin modificación de los espacios existentes y dotarla de todas las modernas instalaciones que requiera. En este sentido, se prevé que todos los espacios de la planta semisótano queden libres para uso cultural de forma que acoja conferencias, cursos, exposiciones o proyecciones, entre otros.
Por otra parte, en la planta baja se situará la zona principal del Centro de Visitantes, con un recorrido libre. Se pretende así mantener la finalidad que los propietarios de la casa de finales del siglo XIX y comienzos del XX, le dieron al comedor. Se reformarán los aseos realizados en la última restauración para adecuarlos a minusválidos y se mejorará la cocina actual para dedicarla a recepción e información. Además, el antiguo comedor de empleados, se dedicará a pequeña tienda de artesanía, productos de la tierra y recuerdos del lugar.
La planta alta, que en su día se destinó a vivienda de empleados, estará dedicada a oficinas de la gerencia y sala de juntas, mientras que la casa del guarda se transformará en espacio de descanso, vestuarios, aseos del personal y centro de control y vigilancia. El lavadero, por su parte, se mantendrá como vestigio de otras épocas.
También se instalará una cafetería soterrada aprovechando el desnivel existente en los terrenos anexos al edificio, que permitirá observar las vistas no sólo de Rambla de Castro sino de prácticamente todo el Norte de la Isla. Por último, también se procederá a mejorar la pintura general del inmueble así como su carpintería, a la reposición de tejas donde haga falta, la limpieza de canalones y desagües de cubierta y la reparación de algún punto de humedad de poca importancia.
Oswaldo Amaro recordó que Rambla de Castro está protegida al ser declarada como Espacio Natural Protegido Paisaje Protegido, así mismo indicó que en 1994 y 1995 Gesplan realizó obras de la primera fase de rehabilitación de la casona. Posteriormente, una escuela taller de restauración realizó trabajos con la misión de continuar la rehabilitación al mismo tiempo que se formaba a futuros artesanos.
“La transformación del inmueble en centro de visitantes y su restauración beneficia a la conservación del paraje y de nuestro patrimonio”
El alcalde de Los Realejos, Oswaldo Amaro Luis, se congratuló de la decisión del Cabildo de Tenerife de concluir la restauración de la Casona de Rambla de Cas
tro y habilitarla como Centro de Visitantes. El mandatario indicó que “se trata de una vieja aspiración que teníamos pendiente y que hemos reiterado al Cabildo que acometiera, pues no sólo supone un importante espaldarazo para la conservación del paraje, sino desbloquear la solución para este inmueble, paralizada desde hace años”.Oswaldo Amaro comentó que “el nuevo uso para este emblemático inmueble beneficia tanto desde el punto de vista de conservación del medio ambiente como del patrimonio histórico de la localidad, además de poner en valor un paraje natural como es Rambla de Castro con la difusión de sus contenidos”. Para Oswaldo Amaro ésta “es una de las mejores noticias por cuanto por fin podremos agregar en el plazo de algo más de un año, este edificio y sus contenidos a nuestra vasta oferta cultural y natural destinada tanto a los turistas que nos visitan como al disfrute de los vecinos y del turismo de interior”.
El alcalde realejero subrayó además la importante inversión económica que supone esta obra, por cuanto del 1.471.588,62 euros en los que está presupuestada la obra, algo más de 700.000 serán aportados por el Estado a modo de subvención y el resto por el Área de Medio Ambiente y Paisaje del Cabildo de Tenerife.
A modo de resumen el alcalde detalló que la obra consistirá en concluir la restauración del edificio y rehabilitarlo para su nuevo uso como centro de visitantes, lo que supone asignar cada espacio de la casa a esta finalidad, sin modificación de los espacios existentes y dotarla de todas las modernas instalaciones que requiera. En este sentido, se prevé que todos los espacios de la planta semisótano queden libres para uso cultural de forma que acoja conferencias, cursos, exposiciones o proyecciones, entre otros.
Por otra parte, en la planta baja se situará la zona principal del Centro de Visitantes, con un recorrido libre. Se pretende así mantener la finalidad que los propietarios de la casa de finales del siglo XIX y comienzos del XX, le dieron al comedor. Se reformarán los aseos realizados en la última restauración para adecuarlos a minusválidos y se mejorará la cocina actual para dedicarla a recepción e información. Además, el antiguo comedor de empleados, se dedicará a pequeña tienda de artesanía, productos de la tierra y recuerdos del lugar.
La planta alta, que en su día se destinó a vivienda de empleados, estará dedicada a oficinas de la gerencia y sala de juntas, mientras que la casa del guarda se transformará en espacio de descanso, vestuarios, aseos del personal y centro de control y vigilancia. El lavadero, por su parte, se mantendrá como vestigio de otras épocas.
También se instalará una cafetería soterrada aprovechando el desnivel existente en los terrenos anexos al edificio, que permitirá observar las vistas no sólo de Rambla de Castro sino de prácticamente todo el Norte de la Isla. Por último, también se procederá a mejorar la pintura general del inmueble así como su carpintería, a la reposición de tejas donde haga falta, la limpieza de canalones y desagües de cubierta y la reparación de algún punto de humedad de poca importancia.
Oswaldo Amaro recordó que Rambla de Castro está protegida al ser declarada como Espacio Natural Protegido Paisaje Protegido, así mismo indicó que en 1994 y 1995 Gesplan realizó obras de la primera fase de rehabilitación de la casona. Posteriormente, una escuela taller de restauración realizó trabajos con la misión de continuar la rehabilitación al mismo tiempo que se formaba a futuros artesanos.
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