martes, 26 de mayo de 2009

ANGELOS,

"COMENTARIO" DE LA APLICACIÓN ESPAÑOLA

ARTÍCULO DE: Ciudadanos por la Constitución

Aclaraciones del mes de mayo de 2009

Nos hallamos en la última semana de mayo, entre tormentas y calores que anuncian el verano. Antepenúltimo “Comentario” del mes, penúltimo de este blog, será el último de los martes hasta septiembre. El que vienen publicando mis queridos amigos de “Rebelión Digital” seguirá viendo la luz entre los martes y los miércoles, salvo algún descanso que se tomará este escribidor; el resumen de la semana saltará a esta palestra entre los jueves y los viernes, con la misma filosofía, pero bajo otro nombre. En este paréntesis estival no habrá “Aclaraciones”, y es posible que después tampoco, ya que mantengo el compromiso de contestar a todos los correos que recibo, con la condición de que impliquen una consulta o un debate respetuoso y porque opino que el mayor interés en ambos casos procede del propio remitente, siendo tangencial el que pudiera ofrecer a los demás.

Así pues, he seleccionado dos como provisional colofón, de momento, a esta especialidad de los “Comentarios”.

Uno de ellos incide en que le parece una “barbaridad” que me refiera a esta situación como una “guerra”

(http://bitacoras.rebeliondigital.es/Aplicacion_espanola_6.htm), parece que ha levantado alguna polvareda el uso de esta voz por mi parte, que no es algo nuevo porque esta idea ya ha salido en anteriores “Comentarios”. Como ello es buena prueba de la incorporación de nuevos lectores, a los que doy mi sincera bienvenida, voy a razonar brevemente el motivo de usar esta palabra.

“Guerra” posee varias acepciones. Según la cuarta entrada del DRAE, significa una “lucha o combate, aunque sea en sentido moral”, lo que me reafirma en que la palabra ha sido bien escogida, sobre todo por mi pretensión de llamar la atención poderosamente. Estamos metidos en una guerra que nosotros, los católicos, los cristianos, los ateos con claros fundamentos morales, no hemos iniciado. Hablaba de una guerra con varios frentes, y así es, porque la pugna se libra en la conciencia de cada persona. Estamos combatiendo calle por calle, casa por casa, alma por alma. Evidentemente, una persona sin sólidas convicciones es más fácil de manipular y dirigir. Todas, repito, todas las casualidades que se vienen sucediendo están orientadas a desarmar moralmente al ciudadano para convertirlo en súbdito, para metamorfosear al individuo en callado borrego, que cuando toca se le esquila, y cuando no, se le sacrifica para ser devorado. Supongo, por desgracia, que este combate terminará siendo cruento. Es lo que pasa cuando se quiere volver del revés a la Civilización. Que los que nos oponemos estamos en el punto de mira, como bien gustan de recordarnos…

El segundo, de ayer mismo, me pregunta abiertamente qué es “La Aplicación Española”. Remitido por una gallega, me advertía de que este nombre había sido citado, como "partido político", en un texto escrito en la bella lengua española de Rosalía de Castro (y en la que se escribieron las “Cantigas” del buen rey sabio), colgado en una web radical siniestra, que no referiré para no hacerle el favor de publicitarlo.

“La Aplicación Española” no ha sido nunca, ni lo será, ni ha pretendido ser un partido político. En su día fue un Grupo, con alguna repercusión local, siempre menor de la que nuestros adversarios nos adjudicaron hace dos años, que si perdieron las elecciones municipales por un puñado de votos no fue por nuestra dudosa influencia, sino por los años de despropósitos frentepopulistas malgobernando el ayuntamiento.

Desafortunadamente, el Grupo fue salvajemente diezmado en 2008 por la desmovilización rajoyista y la muerte, y ahora cabe hablar de una “individualidad” acompañada, soledad pero menos, de este profesor metido a heraldo, autor de todos los “Comentarios” que han sido desde el primero, con la tenaz voluntad de invitar a la reflexión, de “zarandear conciencias”, de que “avive el seso e despierte”, como dijo Manrique, para que el español y el ciudadano occidental, en general, hagan algo por cambiar las cosas, si les queda un punto de honor y quieren, respectivamente, dejar un país y una Civilización a sus hijos.

La Aplicación Española no tiene relación alguna con otros partidos políticos, aunque no oculto la simpatía por aquellos que defienden los Principios sobre los que se ha edificado España, particularmente si son de confesión católica, pero sin desmerecer a aquellos que muestran un respetuoso ateísmo, frente al laicismo agresivo, gnóstico y jacobino de inspiración masona.

La Aplicación Española no está vinculada a miembros del Partido Popular de Extremadura; como tampoco al Opus Dei, ni a ninguna otra asociación secular o religiosa. La Aplicación Española no cobra nada, y este que escribe menos aún, por difundir su mensaje patriota, liberal-conservador de raíz católica, y por ende, defensor de la Vida. Soy ofensivamente independiente.

Si los radicales felones de Galicia, en su leninismo emponzoñado tildan a La Aplicación como “ultraconservadores”, pues muy honrado, supongo que están tan escorados que todo lo que no sea de su cuerda debe parecerles de “Derechas”, del mismo modo que todo lo ve negro el que está a oscuras. Pero sarna con gusto no pica…

La pena es lo que mortifica a la Nación.

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