miércoles, 27 de mayo de 2009

UN PORTUENSE MÁS,

EL PUERTO DE LA CRUZ Y LOS SEÑORES AYALA Y LEMUS

ARTÍCULO DE: Agustín Armas Hernández

A los pueblos, como a las personas, se les quiere; se les tiene como amigos. Yo quiero y tengo como amigo al mío, aunque también a otros. Me agradan los pueblos con las siguientes cualidades: que estén limpios, que tengan muchas zonas verdes, ajardinadas y, sobre todo, sin ruidos. Esos son los pueblos que me atraen, que quiero y tengo como amigos. No todos los pueblos reúnen las condiciones antes citadas; mas, haberlos los hay. De Tenerife, por nombrar alguno, me agradan Garachico y la Orotava. El primero, por su limpieza y tranquilidad. Y el segundo, por sus interesantes monumentos histórico-artísticos y por sus lindos y bien cuidados jardines.

Pues bien, don Francisco Ayala y don Luciano Lemus han demostrado, en más de una ocasión, querer al Puerto de la Cruz y tenerlo como amigo. Se desvelan, ambos, por la buena marcha de esta veterana y encantadora Ciudad Turística. Prueba de ello son los escritos que con asiduidad dedican a sus instituciones. Discuten en tertulias y discrepan a través de sus artículos periodísticos sobre lo que va bien o mal al Puerto de la Cruz, acerca de lo que ya tiene bastante o aún le falta, o lo que es lo mismo, lo que posee suficiente o necesita. Esta última cuestión, refiriéndose al número de instalaciones hoteleras, motivó el artículo de don Luciano Lemus que con el título de: "Porque el Puerto de la Cruz necesita algunos hoteles más", publicado en este mismo periódico el 20-4-99, contestaba a otro de don Francisco Ayala, aparecido anteriormente.

Con estadísticas en la mano Lemus, quiere persuadir a don Francisco sobre su argumento, o sea, la necesidad de reactivar a que se ubiquen algunos hoteles más en el Puerto de la Cruz y en Santa Cruz, hoteles que entrarían a funcionar el año 2000 o nuevo milenio. Le sale al paso a don Francisco Ayala el cual, por lo visto, en uno de sus escritos, que siento no haber leído, no estaba de acuerdo con el Sr. Lemus sobre la necesaria re activación turística en el Puerto de la Cruz y en Santa Cruz.

A don Francisco Ayala no le conozco personalmente aunque me gustaría conocerlo; lo sigo solo cuando tengo ocasión de leer sus interesantes artículos periodísticos. A don Luciano no solamente lo conozco por sus artículos sino, también, personalmente. Nos presentaron en la reunión de una entidad bancaria en Sta. Cruz. Si mal no recuerdo la hizo el que fuera en vida su director en la sucursal del Puerto de la Cruz, el muy querido y recordado, Agustín Ruiz Domínguez q.e.p.d. Le he vuelto a ver en varias ocasiones: paseando por las calles de la ciudad, en el muelle pesquero, en la plaza del Charco o cumpliendo, como buen cristiano, en la misa dominical, puesto que la iglesia donde suele asistir está cerca de mi casa y, al igual, de la de donde él pasa su asueto. No hace mucho tiempo coincidimos en una de las tertulias que organizó el Hotel Botánico, el tema a debate, si mal no recuerdo, era "El Turismo y sus Repercusiones".

Pues bien teniendo en cuenta aquello de que: "los amigos de mi pueblo son mis amigos", considero, si ellos me lo permiten, a don Luciano Lemus y a don Francisco Ayala mis amigos.

En cuanto a pronunciarme sobre más hoteles en el Puerto de la Cruz mi opinión es que no, al menos por ahora. El Puerto de la Cruz lo que necesita es que se construya el tan cacareado Muelle Deportivo y Pesquero, y que se termine, de una vez, el Parque Marítimo. Esto en cuanto a lo más urgente.

Veamos ahora lo que sigue. Conservar su zona agrícola, puesto que es poca, verde e intacta. Mejorar y embellecer las carreteras de entradas y salidas de la ciudad. Siendo para ello necesario ancharlas y asfaltarlas de nuevo. Aparte de plantar nuevos árboles y plantas; árboles y plantas que florezcan alternativamente: "haberlas las hay". Unas florecen en otoño, otras en invierno, en primavera o en verano. i Esto sería estupendo! Lugareños y visitantes, tanto foráneos como allen del mar, quedarían maravillados contemplando tanta belleza y exuberancia floral. Lo dicho no es extraño, flores y verde todo el año.
Pues a Dios gracias, tenemos en nuestras islas el mejor clima del mundo. ¿Somos conscientes de ello los canarios? Mantener playas, calles y plazas limpias y relucientes "como una patena"; y los jardines ídem mas con plantas que florezcan de la forma antes dicha. Reparar las casonas abandonadas dándole, ya terminadas, uso adecuado, tales como: escuela de turismo, hostelería, música, folklore, artesanía (calados, vino, queso), etc. Además de dedicarlas a museos y sociedades tanto culturales como de recreo, instalando en una de ellas, la más cercana a la Plaza del Charco, la tan ansiada y recordada Sociedad Iriarte. ¿Quién no la recuerda? Por último, y para no extenderme, la erradicación de los ruidos tanto nocturnos como diurnos; los que proceden de salas de fiesta, de coches o, sobre todo, de las motos. Sin olvidar los que ocasionan los inadaptados s que a altas horas de la madrugada hacen de las suyas. En una palabra, una ciudad para vivir y admirar.

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