miércoles, 10 de junio de 2009

TURISMO,

PREACHER. ¡Oh Dusty!

ARTÍCULO DE: Lorenzo Soriano

Cuando Dusty Springfield grabó allá por los finales gloriosos 60 “the son of a preacher man”, el hijo del predicador, jamás pudo imaginar que estaba ante una visión más exacta que la de Nostradamus.

Ella era una “White soul” o “ Blue-eyed soul”, ya que era inglesa y blanca pero cantaba como sólo lo hacían los negros. Billy Ray, que así se llamaba el hijo del predicador, protagonizaba una historia, muy bien hilvanada y mejor interpretada por Dusty, aunque Aretha F. y hasta la preciosa Joss Stone hayan hecho versiones grandiosas. Ray, no era Charles, pero éste saco el Gospel de las Iglesias y le costó un montón de buenos disgustos, no crean.

A lo que vamos, Obama es la confirmación de la profecía. Llevo años admirándome cuando llego a los Estados Unidos de América del Norte, y pongo la Tv, ver esos canales donde los predicadores siembran su semilla de “fanatismo”. Es un negocio, es un Show, es un espectáculo y hay grandes estrellas del mismo. Se cotizan alto, muy alto, con cachets multimillonarios, y se traen desde los más diversos puntos de la Geografía Norteamericana, sobre todo de los estados del sur, a las grandes celebridades con estilos propios e inconfundibles que incendian de pasión, fervor y… generosidad a los miles de fieles que llenan los enormes espacios habilitados y a los millones de seguidores vía Tv o satélite. Obama me recuerda a varios de ellos, exactamente, pero vagamente en lo de la incultura histórica manifiesta. Los Preachers Universales, son gente culta y preparada, muy preparada, no sólo es labia, es fondo, preparación y cultura, se saben los textos Sagrados de memoria, citan y repiten citas sin equivocarse en comas, saben donde esta cada lugar y todo sobre ese lugar, el que sea, y en fin, se preparan la charla, se ponen en situación y modulan la voz y el sentimiento desde el relax y la paz, hasta el éxtasis levitatorio mas increíble.

Obama hace flaco favor a su país en lo económico, flaquísimo en Política exterior, sus promesas no se han podido ni se podrán cumplir, sin maquillar, y a dónde quiere llegar con esto de meternos a Turquía en Europa ,hacer alabanzas de Épocas que evidentemente desconoce, y mezclar churras, merinas y neozelandesas, es un juego peligroso. Hará bueno a Bush, y si no, al tiempo.

No me voy a extender porque no resisto la ola Obámica, lo sé, y lo acepto sin resignación. No es el momento, ni el lugar ni la ocasión para frenar el empuje ni advertir de que la “burbuja ilusionante va a reventar”. Solo, que se prepare los discursos, que lea más historia universal si quiere hacer discursos fuera de Chicago, que cuide su retaguardia, que no descuide el flanco, y que esté preparado para lo que pueda originar tanta palabrería sin sentido.

A reflexionar.

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