jueves, 18 de junio de 2009

UN NORTEÑO,

VALLE DE LÁGRIMAS
ARTÍCULO DE: Evaristo Fuentes

Un siglo en Cataluña y Canarias

En Barcelona, ahora hace un siglo, hubo la llamada ‘Semana Trágica’, de La que escribí un articulillo (publicado aquí, el lunes 18 de mayo).

Hubo algaradas ‘cuasi’ revolucionarias y ardieron conventos e Instalaciones religiosas. Más hagamos comparaciones (en lo social, Civil, político, militar…) entre el proletario catalán y el canario. Hay una diferencia abismal. Aquí, en Canarias, si ardieron los conventos fue por descuidos, velas encendidas que se consumían sobre una mesa de madera, o viejas estufas de leña o carbón recalentadas, sin ir más lejos en el último incendio del Obispado Nivariense. Si nos centramos en el Valle de La Orotava, en los convulsos años anteriores a la Guerra Civil, hubo intentos de quemar alguna ermita. Verbigracia, la ermita del Calvario orotavense. O se pusieron petardos explosivos a las cruces, en concreto a una cruz en el Camino del Durazno, que divide Orotava y Puerto. Pero estos hechos aislados eran de un cariz más cercano a la vesania gamberra que a una revolución organizada como (con perdón) Dios manda. Uno de los espectaculares ‘incendios’ en Tenerife fue el de 1909: el volcán del Chinyero…

El proletariado catalán tenía conciencia solidaria de clase. En el campesinado canario no la había. Aquí lo normal era que el peón, mientras por delante le hacía la reverencia al amo, por detrás, ‘sotto voce’, no iba más allá de cagarse en su madre. Que así, madre, se denomina el surco principal de la tierra cavada con la guataca, y por donde circula el agua de galería, manejada, antes y ahora, por aguamangantes de reconocido carisma idiosincrásico.

En cuanto al Rey de España de hace cien años, mientras que para el proletariado de Cataluña no era precisamente santo de su devoción, aquí, en Canarias, en concreto en mi Orotava del alma, en el año del Señor de 906, en su mes de marzo, fuera de fecha del Corpus Christi, obreros, artesanos y aristócratas confeccionaron orgullosamente una típica alfombra de flores, para que la pisara un bisoño Alfonso XIII, que nos visitó un par de meses antes de sus Reales Desposorios. En la confección le la alfombra, los artesanos llevaban sombrero ‘ad hoc’, ‘hand made’ de papel de periódico caducado; en cambio, los aristócratas, se tocaban con exquisitos sombreros pajizos de importación. Eso quizá siga pasando; fíjense en este detalle distinguidor si vienen ustedes a la Octava del Corpus de la Villa.

En conclusión: no me hubiera enorgullecido en absoluto, ¡estaría bueno!, de haber tenido aquí en Canarias, hace cien años, como hito histórico curricular, una ‘Semana Trágica’ como la de Barcelona. El letargo pachorrento y socarrón en el medio rural isleño queda reflejado. Y si seguimos con las comparaciones, en lo militar veremos que los soldaditos canarios, mayoritariamente procedentes de las clases bajas, como todos los de España, también se quemaron en el Rif y en la Guerra Civil, pero ya con anterioridad habían ido a la Guerra de Cuba, donde lucharon canarios en el bando español contra canarios en el bando de los ‘bambises’.

Espero que, estas líneas, sea del agrado de todos y todas, a provecho esta ocasión para trasmitirles que, tienen una nueva cita, aquí en el PERIÓDICO DIGITAL DEL VALLE "LA VERA PASO A PASO".

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