miércoles, 8 de julio de 2009

ANGELOS,

DESPROPÓSITOS ATÓMICOS

ARTÍCULO DE: Ciudadanos por la Constitución

Las incoherencias de los progres son tan aberrantes que no pueden ser fruto exclusivo de su ignorancia. La ignorancia se puede superar con un poco de humildad y bastante voluntad. Pero no la maldad, que seguirá impertérrita sembrando su cizaña. Así fue, así es y así será mientras camine el bípedo implume sobre la faz de la Tierra. Vale, sí, algunos llevan “pluma”…

En algún “Comentario” ya he señalado los diversos pelajes que suelen enfundarse los progres, según convenga, y la feliz caradura que pasean. Es lo lógico al no tener Principios, que uno puede cambiar de consigna a conveniencia, da igual que la de hoy se contradiga con la de ayer, lo único que se persigue es seguir viviendo a costa del erario y funcionan “como” los timadores: mientras haya primos que sigan poniendo su dinero, pues a vivir que son dos días.

A veces utilizan el mensaje emotivo de las “políticas sociales”. Debe de ser que por esa razón están los comedores “sociales” a reventar. Mencionan “políticas sociales” como si de un mantra se tratase para seguir expoliando al contribuyente y generar deuda para que nuestros hijos y nietos se acuerden de esta generación indolente que se dejó hurtar hasta la dignidad. Hablan de “políticas sociales” los que nos dirigen vertiginosamente hacia los cinco millones de parados (suma y sigue) y a la ruina más “esplendorosa”. Esto es su progreso. Las entidades financieras, muy bien, gracias. Al malgobierno le interesa más su bienestar que el de los españoles. ¡Ah!, que no, que los españoles somos fascistas, sólo le preocupa que los jaujeños sigan alienados con la nueva versión del “panem et circenses” del siglo XXI, a saber: mucho fútbol y personas mostrando sus miserias en la caja tonta. Mejor si es en paños menores. Óptimo si no los llevan. Y de “panem” ni hablar que somos muchos y sobramos.

También les puede entrar la euforia, natural por otro lado, de denominarse “liberales” por defender “derechos” monstruosos. No tienen medida para soltar sandeces. Como su auditorio, jaujeño, les jalea, la incontinencia verbal les ataca. El día menos pensado nos vomitan algo como que “son más patriotas que Franco”, “paladines esforzados del derecho a la vida” o alguna lindeza parecida, no quiero darles ideas pero al tiempo. Ya he acertado unas cuantas.

Pero, sin duda alguna, el filón de los últimos años es la variante eco-progre. Como hablan de apocalipsis climáticos y/o poblacionales (en su versión neomaltusiana), la gente les ha tomado miedo, no sea que les sometan a exorcismo ecológico a base de fritura de espárragos (por lo de freírlos) y luego exponerles en la picota por descreídos. Las tonterías que se dicen seriamente dan mucha respetabilidad, máxime si están referidas a lo que no es comprobable a día de hoy, como la temperatura del mar en el Océano Pacífico el 28 de julio de 2053 (área de Hawai, para mayor relax), o la densidad demográfica del Pingüino Emperador en el verano antártico de 2060 (su invierno es infernal). Se lo llevan “crudo”, como se dice ahora, con estas historias.

Hay quienes les llaman “sandías” porque son “verdes” por fuera y “rojos” por dentro, lo que explica su fijación intervencionista. Tienen por afición establecer “cuotas” de emisión de gases, de fabricación de vehículos, de lo que sea, a través de “protocolos” supranacionales que les provee de ingresos, coches oficiales y unos viajes (en avión, of course) fuera del alcance de los mortales, que no sabemos más que contaminar, hombre. Ellos dictan, los demás a obedecer, y si no te meten un paquete que cobran los… suyos, evidentemente. Negocio redondo porque llegamos al meollo del asunto que es cobrar para vivir del cuento. Muy rentable por cierto.

La energía nuclear genera electricidad a un bajo coste y la perciben como un peligro. Apenas altera el paisaje, es razonablemente limpia (más que las centrales térmicas), muy segura y, esto es significativo, garantiza la independencia nacional por no supeditarse a los intereses (muy oscuros) de trust energéticos como la opep, por ejemplo. Si el consumidor paga poco por ella, menos cobrarán los eco-progres por sus “productos”, así que ya les ven “potenciando” lo verde. Bajo amenaza bíblica, lo que no deja de ser curioso. Nos llenan los montes de “molinillos” y a callar: el “impacto medioambiental” es para los demás, ellos, los paradigmáticos, no. Nunca. Que el consumidor ha de pagar una pasta por la energía procedente del aire (nunca mejor dicho), y que en la España peninsular, en verano, suele ser ínfima porque su cielo se comporta como una chimenea, no importa, lo fundamental es cobrar por ser ecológicos. Un negocio más. Pero que lo digan claramente y abandonen ese “aire” santurrón mientras gimotean por un planeta que les trae sin cuidado.

Por cierto, el déficit energético español se subsana importando energía de Francia. “Casualmente”, ya saben que no hay “casualidades”. De centrales nucleares francesas que nos facturan un pico por ello. Debe de ser que no contaminan, y si lo hacen, como son francesas, lo harán con perfume.

Espero que sea un aroma ecológico. Lo disfrutaremos ecológicamente mientras estamos a dos velas… ecológicas.

No hay comentarios: