viernes, 19 de febrero de 2010

VILLEROS ILUSTRES,

CARNAVALES AL COMIENZO DEL SIGLO XX

ARTÍCULO DE: Bruno Juan Álvarez Abréu

Don Benito Pérez Armas, escribía en el desaparecido periódico tinerfeño, -de las pinceladas del popular poeta "Crosita", "Gente Nueva", en la publicación del veinte y cinco de Febrero de 1.900-, de las filosofías carnavalescas. Decía que los carnavales son tan antiguos como el hombre. Han existido en todos los tiempos. Los griegos, los hebreos y los romanos tuvieron días de bacanales, de lespercales y saturnales (todo como se ve, consonantes de Carnavales) según acredita la Historia. La Humanidad ha necesitado siempre días de general alborozo. Los Carnavales son la locura humana entre los pesares y convencionalismos de la vida. Y conste que hallo oportuna la fecha. La Humanidad antes de que recuerden simbólicamente que "todo es ceniza", exclama: "Bueno, pues por lo mismo ¡Viva el placer!". He ahí la eterna lucha. El alma mirando arriba, á la única verdad; el cuerpo aferrándose á los placeres de la carne, engañando con la careta de una dicha fugaz....Bien dijo el poeta:

“Que aquí para vivir en santa calma,
Sobra la materia, ó sobra el alma".

En una conversación con el contable orotavense Don Antonio Herreros y Herreros ex-gerente de la Cooperativa Agrícola Norte de Tenerife(F.A.S.T.), plática acontecida de modo carismático en los depósitos comerciales propiedad de sus primos Miguel y Antonio Herreros y González de Chávez, me indicaba, que no olvidase, que en el año 1.914 los carnavales de La Orotava fueron imperceptiblemente de auténtica prosperidad, en el que sobresalían las artísticas carrozas y el deambular de las mascaras, rondallas, parrandas etc.. Un 1.914, considerado truculento en la vieja Europa y en el resto del mundo. Una Europa cargada de pretextos, que iniciaba el siglo XX con un azaroso conflicto, concretamente en las colonias alemanas y en los mares de todo el mundo. Y la amenaza económica que representaba Alemania para Francia e Inglaterra. Pero sin embargo el origen fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando, heredero del imperio austrohúngaro. El pueblo Español se mantuvo imparcial, el turismo europeo que cumplimentaba el Puerto de la Cruz, dejó de reintegrarse, pero las fiestas seguían celebrándose en nuestros pueblos tinerfeños, obviamente en La Orotava y en el Puerto de la Cruz. No parece indudable que empiece a transcribir los carnavales de antaño de la Orotava, por la década de los sesenta, y continué escribiendo por las décadas de los cincuenta, cuarenta y treinta, para finalizar en los que fueron unos auténticos carnavales de arte, confeti y serpentinas. Lo comedido sería emprender en el preámbulo del siglo y consumar al final. Pero la información ha sido tan exorbitante que me ha llegado perezosamente, indudablemente lo que importa es dictaminar los hechos de esa época eminente, se empiece por donde se empiece, sea eficaz, en dispensa de todos. Las auténticas fiestas de los carnavales, del comienzo del siglo actual aparecen publicadas en el rotativo republicano tinerfeño de Don Leoncio Rodríguez y González, isleño universal, amante de toda la tierra Canaria, fundado en el año 1.910 "La Prensa". Material que tuve que deambular en la hemeroteca capitalina. En La Orotava, en el mes de enero de 1.914, se constituía la corporación municipal, presidida por el Sr. Salazar y Cólogan, y estaba formada por; Primer Teniente Alcalde, Don Luís Llarena Monteverde. Segundo Teniente Alcalde, Don Fernando Fuentes González. Tercer Teniente Alcalde, Don José Monteverde y Lugo. Sindico, Don Casiano García Feo y Don Diego Álvarez y Casanova. Regidor interventor, Don Abraham Morales y Delgado. Suplente Don Lorenzo Lugo y García. Al mismo tiempo se había constituido un comité para organizar las fiestas del Carnaval, compuesto de los siguientes señores; Don Miguel Herreros, Don Juan Hernández Bethancourt, Don Félix Reyes Martín, Don Antonio Frías García, Don Antonio Herreros y Don José González. Este comité requería iniciar unas fiestas cultas y patrióticas, esperaba merecer una favorable acogida y cooperación entusiasta de los habitantes de esta Villa, y a la vez invitaba a tomar parte en ellas a todos los pueblos de esta isla y colonia extranjera para su mayor lucimiento y completa realización del siguiente proyecto del programa a desarrollar durante los días 22, 23, y 24 de Febrero de 1.914. Con el orden del día siguiente; a las once horas; aparición del "S.M. Carnaval", recorriendo las principales calles de la población. Acompañándoles las Bandas de Música de Tacoronte, La Victoria, Los Realejos y la de esta Villa. De las trece a las diecisiete horas del día; concurso de carrozas, automóviles y coches adornados, mascaras a pie y montadas. Comparsas y Parrandas en las calles contiguas a la plaza de Franchi Alfaro, rodeada de cómodas tribunas adornadas con alegorías de la fiesta. El producto que estas puedan rendir era destinado a un fin caritativo o patriótico. Se prepararon los siguientes premios; Para la mejor carroza, 250.- pesetas. El mejor automóvil, 150.- pesetas. El mejor coche, 100.- pesetas. La mejor comparsa, 100 pesetas. La mejor parranda, 50.- pesetas. La mejor mascara montada 50.- pesetas. La mejor mascara a pie 40.- pesetas. Además se expusieron las base del concurso que consistían en los siguientes términos; Para la adjudicación de los premios se tendrá en cuenta la originalidad, arte y oportunidad de las carrozas, automóviles, coches, comparsas, parrandas y mascaras. Los premios serán adjudicados por un jurado compuesto de personas designadas por el comité organizador y la resolución de dicho jurado será inapelable. Las comparsas deberán ser en trajes especiales y compuestos por lo menos de dieciséis individuos. Las parrandas deberán componerse de ocho individuos cuanto menos y traje a voluntad. La batalla que se libre entre los concurrentes a esta fiesta, sólo debe ser de confeti, flores y serpentinas no admitiéndose los huevos talcos. La subvención municipal para los carnavales de la Villa de ese año importaba un montante de quinientas pesetas, además se organizó un festival de mascaras infantiles en la elegante plaza de Alfonso XIII. En el que se sorteaba respectivamente entre los niños disfrazados que concurrían y las diferentes agrupaciones de baile que se formaban, un bonito juguete cuyo valor aproximado era de 100.- pesetas, y una cantidad en metálicos. Los proyectos del carnaval fueron confeccionados por diseñadores orotavenses; el S.M. Carnaval; figurín alegórico, era un proyecto de Don Juan Hernández Bethancourt. La Carroza del Casino Orotava, de Don José Monteverde y Lugo. La Carroza del Liceo Taoro, de Don Ildefonso Pérez. La Carroza presentada por Don Manuel Cruz en unión de otros señores, ideada por el mismo, cuyo desarrollo artístico era de Don Francisco Granado. La Carroza de Don Juan Ruiz y Benítez de Lugo, también en unión de otros señores, era proyectada por Don Alfonso Ascanio. La Carroza de Don Inocencio Hernández, fue proyectada por el mismo. Y la Carroza del comité, procedía de un artístico proyecto de Don Nicolás Álvarez. El jurado estaba formado; para carrozas, automóviles, coches y mascaras por: Don Felipe Machado, Don Rafael Hernández Valencia, Don Antonio Marques de Guzmán Codesido, Don Ignacio Llarena, y Don Ismael Guardia. De comparsas, rondallas y parrandas por: Don Enrique Torres, Don Lorenzo Machado, y Don Francisco Miranda. El lunes de Carnaval a pesar de la lluvia el gentío era enorme, llamando la atención la gran concurrencia de forasteros que dedicaron muchas alabanzas a la magnificencia de las fiestas. No así el martes del Carnaval que lucía de un Sol dadivoso, y la multitud abarrotó los rincones más populares de la Villa. Una época ilustre, de célebres festivales, en sustentáculo del arte, la literatura y la filosofía. Una etapa en la que se proyectó construir un teatro en La Orotava, que era un pueblo que progresaba. Un coliseo dirigido por una asamblea gestora, que abrió una suscripción para constituir una sociedad por acciones. Esta comisión la formaban los señores; Don Juan Merino, Don José Monteverde, Don Francisco de Ponte, Don Miguel Herreros, Don Adolfo Ascanio, Don Diego Ponte, Don Fernando Ruiz, Don Francisco Duclos, Don Félix Ascanio, Don Francisco Miranda y Don Juan Ruiz. Además decidieron contratar algunos espectáculos en relación con las empresas de la capital tinerfeña a fin de aumentar con sus productos los recursos necesarios para llevar a cabo la hermosa obra proyectada y que pronto honró a sus iniciadores y a toda la Villa. Los trabajos dieron un brillantísimo resultado, habiéndose puesto al habla con el arquitecto Don Mariano Estanga.
En el mes de enero del año 1.914, actuaba en La Orotava con gran éxito la gentil canzonetista "Ida Dermy", habiéndosele prorrogado el contrato por dos funciones más, que se celebraron con brillantez. En la biblioteca municipal orotavense ubicada en el antiguo Casino de "Los Caballeros", aparece un categórico periódico denominado "Heraldo de Orotava". Cercando las páginas de los carnavales de la edición del cinco de Febrero de 1.921. Se específica una inscripción de las autoridades municipales, para dar cuenta de la Real Orden de trece de Enero del mencionado año, en la que se prohibía la circulación de máscaras con caretas puesta por las vías publicas en los días del Carnaval, y en vista de que dicha disposición es contraria a lo determinado en el articulo 43 de las ordenanzas municipales, se acordó la prohibición referida, permitiéndose únicamente las mascaras con caretas, durante los días citados, en las plazas de Alfonso XIII(hoy del General Franco o Ayuntamiento), y de la Constitución(o plaza del Kiosco). En la página siguiente acatamos, que la comisión gestora de la nueva Sociedad ya desaparecida "Circulo de Amistad 12 de Mayo", organizaba para el lunes de carnaval una fiesta que seguramente resultó lucida. El Heraldo publicaba el siguiente; a las cuatro de la tarde se verificaba en la plaza de Alfonso XIII una batalla de flores, serpentinas y confeti, a la que concurrieron varios automóviles tripulados por señoritas, representando a las distintas sociedades de esta población, así como de otros pueblos de la isla. Acto seguido el afamado Orfeón La Paz de la Laguna, efectuaba un selecto programa. La banda de música municipal contribuía al mayor lucimiento del festival. El Heraldo de Orotava felicitaba por anticipado a los entusiastas organizadores del mismo, y les quedaban muy reconocidos por la atenta invitación que le dirigieron para asistir al baile de disfraz que se efectuó el mismo día por la noche en el Teatro de esta Villa como digno remate de fiesta.

Lo que está claro es, que queden sentenciados los artísticos carnavales orotavenses del comienzo de la actual centuria, que fueron celebres con unas bellezas admirada, de reminiscencia para los que aun están vivos. Naturalmente por el profundo respecto que me imperan las manifestaciones de Sr. Herreros y Herreros, y mucho más las que mi pueblo de La Orotava centra y concreta alrededor de sus carnavales. Nuestra misión la tenemos clara y en ese empeño no cejaremos nunca mientras consigamos información necesaria y oportuna.

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